Los votos de los españoles en el exterior fueron escrutados ayer viernes, y le dieron un nuevo giro al resultado aún indefinido de las elecciones generales.
El Partido Popular (PP) obtuvo al final de la jornada un escaño adicional de sus simpatizantes en Madrid a expensas del Partido Socialista Obrero Español (PSOE). El cambio le da a la coalición derechista del PP y de Vox 172 escaños en el Congreso de los Diputados, mientras que las fuerzas de izquierda quedan con 171.
Formar una coalición de gobierno estable requerirá que uno de los bloques cuente con el apoyo de 176 de los 350 legisladores de la cámara baja, y no se vislumbra que ninguno de los bandos obtenga apoyo suficiente de los partidos más pequeños.
CON ESPERANZA
Los principales partidos políticos del país habían estado aguardando el cómputo con la esperanza de arrebatarle escaños a sus oponentes y cambiar la panorámica legislativa final. Los resultados provenientes de distintos distritos durante la jornada no mostraban cambios en ninguna parte de España hasta que Madrid dio la sorpresa de última hora. El vuelco podría dificultar aún más la conformación de un gobierno.
El presidente del gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, es considerado el único dirigente con posibilidades de integrar una coalición debido al rechazo de otras fuerzas políticas al Partido Popular, dirigido por Alberto Núñez Feijóo, por aliarse con Vox, un partido de extrema derecha.
Pero Sánchez tampoco la tiene fácil. Necesita de la ayuda de los partidos secesionistas del País Vasco y Cataluña, y podría ser políticamente peligroso buscar el apoyo del partido catalán Junts, de Carles Puigdemont, quien encabezó el fallido intento de secesión de Cataluña en 2017.