Más de 50.000 personas han sido desplazadas en dos semanas en el centro de Haití debido al avance de la violencia de las pandillas hacia las afueras de la capital Puerto Príncipe, dijo el martes la agencia de la ONU para las migraciones.
Haití, el país más pobre de América, sufre desde hace mucho la violencia de bandas criminales, acusadas de asesinatos, violaciones, saqueos y secuestros en un contexto de inestabilidad política.
El 31 de marzo, las pandillas atacaron localidades del departamento del Centro, sobre todo Saut-d’Eau y Mirebalais a unos 50 km de la capital, donde el ataque se dirigió contra la comisaría y la prisión, liberando a 529 detenidos.
En total, desde dicho ataque hasta el 16 de abril, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) registra el desplazamiento de 51.466 personas. La mayoría refugiadas ahora con familiares, según informó esa agencia el martes.
Estos nuevos desplazamientos por la violencia se añaden al millón de personas forzadas a huir. La cifra de desplazados se ha triplicado en un año.
Los ataques han «perturbado los servicios públicos y la educación», agregó el organismo de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA).
Todas las escuelas de Mirebalais y Saut-d’Eau están cerradas y más de 30 en las comunidades vecinas se utilizan para acoger a familias desplazadas, agregó la OCHA al señalar un acceso limitado de la ayuda humanitaria por la presencia de los grupos armados.
Haití vive un aumento de la violencia desde mediados de febrero y las pandillas controlan cerca del 85% de la capital, según la ONU.