Rusia estaría preparando un extenso programa de rearme militar que sería el mayor que el país jamás haya llevado a cabo desde la caída de la Unión Soviética, según las últimas declaraciones del jefe del Directorio Principal de Inteligencia de Ucrania, el teniente general Kyrylo Budánov.
En una intervención en la reunión anual de los embajadores ucranianos, el teniente general Budánov revelaba que Moscú estaba planeando llevar a cabo un enorme programa de rearme, uno en el que se destinaría un billón de dólares al ejército ruso.
Budánov afirmaba que Moscú estaba planeando gastar 1,1 billones de dólares para 2036, según un artículo de The Kyiv Independent. «Es el mayor programa de rearme desde la disolución de la Unión Soviética», explicaba, según el medio, Budánov.
Budánov también revelaba que el plan de rearme de Rusia no se limitaba a su ejército, sino que se extendía a todos los sectores de la sociedad rusa. Según el jefe de inteligencia de Ucrania, Moscú está movilizando todos los aspectos de su sociedad para reforzar el ejército del país.
«Hay una movilización de la política, la economía y la sociedad de la Federación Rusa para estar preparada para un futuro conflicto a gran escala», contaba Budánov a los embajadores. «Rusia busca perturbar el actual orden de seguridad y economía».
Budánov habló de un documento estratégicamente clasificado en el que se detallan los planes de rearme de Rusia, pero el aspecto más preocupante de sus afirmaciones fue que el documento secreto contenía el objetivo más importante para Rusia: prepararse para una guerra con la OTAN.
Según un artículo sobre las declaraciones de Budánov de United24, el jefe de la inteligencia ucraniana afirmaba que Moscú quería estar preparada para una guerra con la OTAN para 2030. La mayoría del gasto militar ruso detallado en el documento clasificado citado por Budánov se produciría para ese año.
Si las declaraciones de Budánov deben de ser tomadas en serio o no es una cuestión difícil de responder. Como el jefe de la inteligencia de Ucrania, Budánov tiene motivos para hacer que Rusia sea una preocupación para los aliados de Occidente. Sin embargo, no ha sido el único alto cargo que ha lanzado advertencias sobre un posible conflicto.
Varias agencias de inteligencia de Occidente y líderes de alto nivel han advertido que Rusia podría estar preparándose para una guerra o podría buscar un conflicto con la OTAN en los próximos años. La advertencia más reciente al respecto vino del primer ministro polaco, Donald Tusk.
En una publicación en redes tras la conversación de julio con el Comandante Aliado Supremo para Europa de la OTAN y el director del Comando Europeo de EE. UU., el general Alexus G. Grynkewich, Tusk revelaba que el general Grynkewich había confirmado las predicciones americanas de que Rusia estaba preparándose para la guerra.