En el mundo de la investigación, el networking se ha convertido en una herramienta esencial para la generación de nuevas ideas y para el avance del conocimiento científico. La colaboración entre investigadores de diversas disciplinas y geografías enriquece los proyectos individuales e impulsa la innovación. Cuando un investigador tiene la oportunidad de asistir a un congreso en su área de especialización, no solo puede compartir sus avances y conocimientos, sino que también puede conocer a otros profesionales que trabajan en líneas similares, fomentando así las redes de colaboración.
El networking proporciona un espacio para el intercambio de ideas entre investigadores. Uno de los beneficios es la diversidad de pensamiento que se obtiene al colaborar con personas con experiencia en distintos ámbitos de investigación. Esta diversidad puede impulsar soluciones creativas a problemas complejos, permitiendo que se aborden desde distintas perspectivas.
Otro aspecto para resaltar es que el establecimiento de conexiones profesionales aumenta las oportunidades de financiación de los proyectos, facilitando la implementación de aquellos que conllevan una gran inversión de recursos. Esto se debe a que muchos financiadores suelen dar prioridad a proyectos que involucren colaboraciones interinstitucionales o internacionales, ya que tienden a ser más robustos y tener mayor impacto.
La creación de redes de contactos ofrece el beneficio adicional de poder trabajar en equipos multidisciplinarios, lo que mejora y optimiza el proceso de investigación. Al compartir datos, experiencias, recursos humanos y equipos, los investigadores pueden avanzar más rápidamente en sus proyectos y lograr mejores resultados. Esto es especialmente valioso en un contexto en el que la complejidad de los problemas actuales requiere soluciones integradas y multifacéticas.
Una de las estrategias más conocidas e importantes de networking, es asistir a conferencias y seminarios dentro del área de especialización. Estos eventos científicos ofrecen oportunidades de socialización que ayudan a conocer a otros investigadores, compartir ideas y establecer colaboraciones. Además, es una excelente oportunidad para dar a conocer los proyectos de la institución a la que el investigador representa, dar visibilidad al trabajo que con tanto esfuerzo se realiza e incluso recibir retroalimentación de los colegas.
Implementar estrategias efectivas de networking puede resultar en colaboraciones exitosas y duraderas que impulsen el impacto de las investigaciones y a seguir innovando en su campo de especialización. Esto beneficia a los investigadores, pero sobre todo al avance del conocimiento científico en general y, por consiguiente, a nuestras sociedades.
La doctora Ninoska Abreu Placeres es odontóloga, directora del Centro de Investigación en Biomateriales y Odontología de Unibe (CIBO-UNIBE) y miembro de la Carrera Nacional de Investigadores en Ciencia, Tecnología e Innovación