Hay estudios que plantean que entre los jóvenes de 25 a 34 años existe un porcentaje de hipertensos de 5 a 7 % y en población entre 15 a 24 años se estima tan solo en 2%.
El Estudio de Factores de Riesgo Cardiometabólico (EFRICARD II) plantea que en nuestro país la prevalencia de hipertensión entre los 20 a 29 años es de 11% y de 30 a 39 años de 23%, cifras que triplican las señaladas anteriormente.
La gente se está haciendo hipertensa cada vez más joven, hay condiciones que están favoreciendo su aparición a menor edad.
Existen muchos condicionantes como: el sedentarismo, la obesidad, el estrés, el uso nocivo de sustancias prohibidas, la ingesta abusiva de bebidas energizantes, el consumo de alcohol y el hábito del tabaco, entre otros.
En los momentos actuales hay una gran epidemia de obesidad y todos sabemos que en estas condiciones aumenta la presión arterial. Tanto es así que cuando un obeso baja de peso, como sucede cuando usted se somete a una cirugía bariátrica, así como va perdiendo peso, también bajan sus valores de presión arterial.
La hipertensión arterial daña sus arterias lentamente y de manera insidiosa. Si sus arterias del cerebro se dañan usted va a desarrollar un infarto cerebral, si las arterias del corazón se dañan le provocará un ataque al corazón o muerte súbita, y si son los riñones los afectados, usted terminará en una máquina de diálisis.
Lo relevante de esta situación es que los daños son a mediano plazo y se requiere de un cuidado especial en los jóvenes hipertensos.
Hay muchos jóvenes que no saben que son hipertensos ya que la hipertensión es usualmente asintomática, además de que ellos de manera espontánea no asisten a chequeo médico ni se toman la presión.
Un hecho a considerar es que en nuestro país se consume mucha sal.
Para concluir debemos señalar que en las etapas tempranas de la vida la presión arterial se puede normalizar con solo hacer un cambio en su estilo de vida: Asistiendo al gimnasio, bajando el consumo de sal, adelgazando, descansando y durmiendo por lo menos 7 horas al día, y si requiere tratamiento con medicamento, pues cúmplalo y así será más larga y mejor su calidad de vida.
Aconsejamos chequear su presión arterial por lo menos dos veces al año.