Don Freddy es un hombre que ve más allá de lo que tiene frente a sus ojos. En su cuñado Mayobanex Suazo observó que había una historia enriquecedora y que debía ser contada por LISTÍN DIARIO. Ofreció el tema haciendo alusión al éxito que está teniendo este dominicano en diversos países impartiendo conferencias sobre urbanismo y movilidad en Latinoamérica.
Se le pidió el contacto y, para sorpresa de esta servidora, quien propuso al protagonista de hoy, se quedó corto cuando habló de los logros obtenidos por este profesional. Se le contactó y todo fluyó. “Wao, a mí nunca me habían hecho una entrevista así”. Se refiere a que las interrogantes incluyeron preguntas que pudieran explicar el porqué de los reconocimientos internacionales que ha obtenido. Para que tengan una idea, ha sido premiado por su investigación y aportes al urbanismo en Costa Rica, España, Guatemala, Panamá, México, Polonia y Colombia.
Mayobanex, Mayi, como le dicen sus allegados, es diligente. De inmediato comenzó a dar respuestas a las interrogantes. ¿Qué lo motivó a estudiar la carrera? “Desde los siete años, decidí que quería ser arquitecto. Aunque me encanta cantar y créeme, que lo hago bien, siempre supe que mi futuro estaba entre planos y maquetas”. Deja sentir su pasión por lo que hace.
Contrario a lo que hacían los niños de su época, en vez de jugar a superhéroes o carreras de carritos, el dueño de este relato, estaba apilando bloques y creando edificaciones dignas de una exposición. “Nunca consideré otra profesión, así que si alguien me pregunta si dudé en ser arquitecto, le diría que ya tenía diseñado mi futuro desde niño”. Siempre mantuvo su posición.
Especializado en urbanismo
“Escogí esta área porque siempre he creído que la Arquitectura no termina en las paredes de un edificio, sino que se extiende a la ciudad, al espacio donde vivimos, interactuamos y crecemos. Desde que comencé a estudiar esta carrera, me fascinó la idea de cómo los espacios urbanos influyen directamente en la calidad de vida de las personas”. Sus palabras dejan claro su sensibilidad con relación al bienestar de sus semejantes.
Es una cuestión técnica, pero también de responsabilidad social. “El urbanismo no sólo se trata de diseñar estructuras, sino de pensar en la funcionalidad, la sostenibilidad y la integración de esas estructuras en el entorno. Así que, para mí, esta especialización fue como darle a mi carrera una perspectiva más amplia, uniendo la creatividad arquitectónica con el impacto positivo que podemos generar a gran escala en nuestras comunidades”. Lo dice quien tiene una maestría en Desarrollo Urbano y Territorial Sostenible, en la Universidad de Salamanca, España, e Instituto Global (Iglobal).
Su papel como conferencista
“Me convertí en conferencista casi por accidente. Todo comenzó en Bogotá, en la Universidad La Gran Colombia, durante un encuentro académico. Justo antes de su intervención sobre los retos y desafíos de las ciudades latinoamericanas, uno de los expositores se enfermó. En ese momento, mi amigo, el arquitecto Elmer González, me miró y, con una sonrisa cómplice, me convenció de subir al escenario. ¡Y vaya que lo hice! Subí, hablé, y me aplaudieron. Aunque no estaba en mis planes, ese 14 de octubre de 2013 marcó el inicio de lo que hoy es una relación casi profesional con el micrófono”. Cada vez amplía más sus alcances llevando sus conocimientos a diversos países.
Desde entonces, ha tenido el privilegio de dar más de 35 conferencias en 14 países. “Aunque mi primer empujón vino de Elmer, quiero darle un reconocimiento especial a Gisel Castillo, quien me ‘pulió’ y me guió en todo este proceso. Gracias a ella, hoy no sólo cuento anécdotas y recibo aplausos, sino que tengo una verdadera carrera como conferencista, y encima de esto, me pagan”. Esto le satisface, pero lo asume como un compromiso y mucha responsabilidad.
A lo largo de su carrera, ha tenido la oportunidad de contribuir con el desarrollo urbano y arquitectónico en diversas comunidades, llevando sus conocimientos y experiencias para generar cambios positivos y duraderos, y al mismo tiempo, poner en alto el nombre de República Dominicana.
“Da mucha satisfacción cuando inspiras a alguien con lo que haces”
Mayobanex Suazo tiene una filosofía de trabajo interdisciplinario. Lo combina con innovación, sostenibilidad y compromiso social. Sus proyectos reflejan un equilibrio entre las necesidades contemporáneas y la preservación de los valores históricos y culturales de las ciudades.
Con este enfoque ha podido inspirar y motivar a arquitectos emergentes de diversos países. “Esto es lo que más me satisface. Saber que a menudo nos ven como referentes en el campo, lo cual refuerza nuestra responsabilidad y compromiso como profesionales dedicados. Este reconocimiento no sólo es un honor, sino también un recordatorio del impacto que podemos tener al fomentar un urbanismo consciente y sostenible, que se convierta en una materia cotidiana sujeta a mejora continua”. Es un hombre que cree en el talento nuevo.
Al involucrarse en proyectos donde colabora con jóvenes talentos, su objetivo es guiarlos en la implementación de soluciones innovadoras que beneficien tanto al entorno físico como a la calidad de vida de las personas. “Esto requiere un compromiso constante de actualización y aprendizaje, asegurando que el urbanismo evolucione como una disciplina vital para el bienestar social y ambiental”. Experiencia le sobra para asegurar esto. Tiene más de dos décadas en esta área.
El dueño de esta historia cuenta con estudios en Liderazgo para la Gestión Pública, en Barna Business School. Esto, junto a su experiencia de trabajo y capacitación constante, lo facultan para decir: “A lo largo de este tiempo, he trabajado en una variedad de proyectos que va desde la planificación de grandes desarrollos urbanos hasta la revitalización de áreas subutilizadas, siempre con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los residentes y promover un desarrollo urbano inclusivo y resiliente”. Lo hace con un enfoque innovador, el Ceo de Visor Urbano.
¿Qué cree que debe hacerse para solucionar los problemas de urbanismo en el país?
No titubeó para responder esta pregunta. “El urbanismo en República Dominicana está en un punto clave: si bien enfrentamos muchos desafíos, también hemos avanzado considerablemente. El crecimiento acelerado de las ciudades y la falta de planificación adecuada en ciertos sectores han generado problemas que las autoridades y los técnicos deben abordar con urgencia. Sin embargo, no podemos dejar todo en manos de ellos; como ciudadanos y actores urbanos, es crucial que asumamos nuestra parte en el proceso”. La solución está en manos de todos.
Desde la perspectiva del protagonista de esta historia, “no se trata sólo de reclamar nuestros derechos, sino también de comprometernos a cumplir con nuestros deberes, desde el respeto por las normas hasta el cuidado de nuestros espacios comunes. Si todos hacemos nuestra parte, incluso con pequeños cambios en nuestra forma de pensar y actuar, podemos construir un entorno más ordenado y sostenible”. No todo está perdido, es lo que entiende el arquitecto egresado de la Universidad Autónoma de Santo Domingo.
Familia y estudios
“Para mí, mi familia es un auténtico regalo divino que me inspira y motiva a ser la mejor versión de mí mismo cada día. Mi esposa, Yirandy, es el corazón de nuestro hogar, que me apoya incondicionalmente en cada paso que doy. Nuestros hijos son nuestra mayor bendición. La mayor, Miranda, es mi princesa. Luego están nuestros mellizos de cinco años, Jesús y Jiram”. Este profesional proviene de un hogar en el que la educación es un legado que fluye por las venas. En su vida hay cuatro mujeres clave: Su madre, su esposa, su hija y su hermana.
Tuvo una infancia bonita, que le permitió seguir los buenos ejemplos de sus padres, Guarocuya y Ligia, y sus dos hermanos mayores. La frase: “Si vas a hacer algo, hazlo bien o mejor no lo hagas”, fue lo que le ayudó a dar lo mejor de sí, aquí y fuera del país.
Como estudiante, también se empeñó en hacerlo bien desde que inició su vida escolar. En la universidad, Mayobanex iba “en coche”. Escogió la carrera de sus sueños y hoy, despierto, disfruta de sus éxitos. “Por eso les digo a los jóvenes que aprovechen las oportunidades, que no tengan miedo y que luchen por lo que quieran”. Así termina la entrevista el hombre al que lo que más lo hace llorar, es la injusticia.