Este viernes se festejan 73 años del primer encendido de la televisión en el país, que desde ese día, 1 de agosto de 1952, se transmitió, por primera vez, en vivo, el programa “Romance Campesino”, con Felipa y Macario.
Desde entonces, la televisión dominicana, ya sea que en sus inicios por resultar menos costosa, tuvo como principal alternativa la presentación de sus programas directamente en vivo, fuesen de entretenimiento o informativos.
La adrenalina que desata transmitir directamente al público televisión en vivo nunca se podrá comparar con lo que sucede al consumir un programa pregrabado.
Algunos productores definen esta conexión, en tiempo real, entre el telespectador y el transmisor como un momento mágico, un ensamble único, que trae el valor agregado de la familiaridad y la emoción.

Iván Ruiz, experimentado productor de televisión y director de RTVD, conoce “al dedillo” la historia de la televisión dominicana. Para él la primera transmisión en vivo, el 1 de agosto de 1952, marcó una referencia que ha permanecido hasta el día de hoy.
“La TV en vivo, sin dudas, tiene una magia especial”, aseguró Ruiz y observó que la diferencia entre uno y otro el televidente siempre la notará. Recordó que en ocasiones ha grabado programas como si fuesen en vivo, y es no se ha logra el impacto esperado, tal cual como si fuera en tiempo real.
“Existe un elemento psicológico que la gente percibe, algo de magia que el público distingue cuando el programa es en vivo. Soy un amante de los programas en vivo porque siento que la propuesta sale de manera orgánica, que si nos equivocamos queda plasmado tal cual, que lo que se emite, es lo que la gente sintió en ese momento”, afirmó Ruiz.
Al repasar la historia, el director de RTVD y productor del legendario “El show del mediodía” trae a la memoria la aparición de Teleantillas, en 1979, canales 2 y 13, el canal propiedad del grupo Corripio, irrumpió con nuevas tecnología y una modernidad para hacer televisión, su propuesta principal el meridiano “Fiesta”, que se produjo al estilo norteamericano, el programa era pregrabado en una pulgada, y no se transmitía en tiempo real. “Sin embargo, Fiesta nunca pudo alcanzar a EL Show del Mediodía”, afirmó.
En los últimos tres años, Ruiz como director de RTVD, ha apostado a la televisión en tiempo real con programas como “Luna llena”, “El Mangú de la mañana” y el programa infantil “Topi Tok”, así como la producción emblema del canal, “TV Revista”.

CANALES GRUPO TELEMICRO
“En la televisión en vivo se requiere tener profesionales con el conocimiento de lo que hacen, repentismo, improvisadores al instante y dominio absoluto del escenario. El sentir una conexión directa con el telespectador te da una adrenalina que no se refleja en los programas grabados. También para hacer televisión en vivo los conocimientos de los temas son fundamentales, y deben estar atentos no solo al que está conectado con miles de televidentes, también con los técnicos y camarógrafos que te dirigen, porque haciendo televisión en vivo en cualquier momento, por ciertas circunstancias noticiosas, puede cambiarlo todo”.
El planteamiento es de Geraldino González, periodista y subdirector de prensa del Grupo de Medios Telemicro, un emporio televisivo que abarca los canales Telemicro,canal 5; Telecentro, canal 13 y Digital 15 y que tiene una variada parrilla de contenidos en vivo.
“La programación de nuestros canales tiene un alto contenido de espacios en vivo, y una muestra de ello han sido los diferentes programas de humor, en donde nació una nueva generación de comediantes, que hoy se han convertido en principales figuras del cine dominicano. Un espacio de variedades, diario y kilométrico, que ha sido la escuela de la nueva generación de comunicadoras es De Extremo a Extremo, pero también tenemos una diversidad de programas de información que se emiten diariamente en tiempo real”, recordó González.
ÁNGEL LAUREANO OPINA
En cambio, el actual director de programación de Color Vision, Ángel Laureano, refiere que Color Visión siempre se ha caracterizado por tener una programación en vivo y con talento dominicano.
“Es lo que conecta con la audiencia dominicana. Los en vivos te dan la oportunidad de interactuar con los televidentes, mantener la actualidad al momento en que ocurren los eventos de importancia, así como una diferenciación con los demás, por ser producciones originales y exclusivas del canal. Tenemos cerca de 11 horas y media de lunes a viernes de producción en vivo y esto nos acerca más a la población”, sostuvo Laureano.
Para el director de programación del canal 9, entre las grandes ventajas de producir televisión en tiempo real se encuentran mantener la actualidad, el contacto directo y día a día con el televidente, especialmente para los espacios informativos y de entretenimiento.
“Entre las desventajas se cuenta que las producciones en vivo son costosas en comparación con los contenidos enlatados, que requieren de mayor esfuerzos de producción y ventas.

DE LA HISTORIA
Como una iniciativa de José Arismendy (Petán) Trujillo, hermano del dictador Rafael Leónidas Trujillo nace «La Voz Dominicana» el primer canal de televisión del país, marcando las pautas para que a más de 70 años de producción televisiva, los programas en vivo, en sus inicios producciones de humor y «cazatalentos», continúen siendo el «plus» y la fortaleza de la televisión local.
Con la muerte de Trujillo, en los años 60, entonces se le designó el nombre de Radio Televisión Dominicana, con transmisiones en las frecuencias 4, 5 y 12.
Antes, en 1959, con la llegada de Rahintel (canales 7 y 11), el primer canal privado del país, ofrece al público otras referencias de producciones, también en tiempo real, como «La hora del moro», con Rafael Solano, un programa para invitar a los artistas del patio a cantar en la televisión. En ese canal nacieron figuras como Niní Cáffaro y Luchy Vicioso.
Otras referencias de un espacios en vivo, que nacieron en RTVD lo fueron «El Show del Mediodía» (1968), una creación de Mac Cordero, Yaqui Núñez del Risco y José Joaquín Pérez; y «Nosotros a las 8» (1972) con Yaqui Núñez del Risco, Freddy Beras, Jorge Taveras y Sonia Silvestre. Por igual, «El gordo de la semana», de Freddy Beras Goico, en 1973.
Estos espacios les ofrecían al televidente una propuesta más completa pues incluían humor, música, noticias y debates.
Definitivamente que la historia de la televisión dominicana está marcada por sus espacios en el momento real, y es que con el encendido del primer transmisor a color, en 1969, desde Santiago de los Caballeros, Color Visión, que ocuparía las frecuencias 9 y 2, inicia una nueva etapa para la televisión.
Sus dueños, la familia Bermúdez, abrieron sus espacios para una generación de productores, y con ellos se conformó una generación de presentadores, animadores, artistas, humoristas, periodistas y trabajadores de la televisión.
Este canal recibió, luego de salir de Radio Televisión Dominicana y de Rahintel, al programa de entretenimiento más longevo del país «El Show del Mediodía», que ya tiene 57 años en el aire.

Por igual, difundió programas kilométricos como «El Gordo de la Semana», con Freddy Beras Goico; «Sábado de Corporán», con Rafael Corporán de los Santos, así como «El Calientisimo del 9», con Roberto Salcedo; «La Super Tarde y La Super Revista», de Domingo Bautista; «De Noche» y «Punto final», de Freddy Beras.
En todos espacios de variedades en donde se daba cabida a la música, el humor, deportes, noticias de actualidad y el debate.

Telesistema también ha acogido en su programación desde su fundación el 13 de marzo de 1974 de una serie de propuestas en vivo.
Del presente siglo, uno de los más recordados es «Chévere nights», que conducía Milagros Germán. Por igual, resalta en la actualidad el noticiario conducido por Roberto Cavada y programas de opinión como «El Día».
Principales figuras locales han pasado por su pantalla. Además de Milagros Germán, Jochy Santos condujo los sábados «Divertido con Jochy», y Roberto Ángel Salcedo y su clásico «Más Roberto», que sigue transmitiéndose todos los domingos a partir de las 12:00 del mediodía, ahora bajo la conducción de Brea Frank junto a Bárbara Plaza.