Dajabón, RD
Araceli, residente de Barrio Bella Vista, comparte su experiencia tras una intervención policial que, según ella, sobrepasó los límites del respeto y la legalidad. En la madrugada, alrededor de las 5 de la mañana, agentes de migración forzaron la puerta de su vivienda, creyendo que allí había personas indocumentadas, lo que causó un gran susto y molestia en su familia.
“Me desgarajaron la puerta sin ningún aviso, creyendo que había indocumentados, pero eso no puede ser así porque yo tengo dos niñas y dos nietas durmiendo en la casa”, relató Araceli con evidente indignación. “Pensé que eran ladrones porque entraron de manera violenta. Cuando vi las luces, me levanté y les dije de todo, porque eso no está bien.”
La vecina enfatiza que entiende la labor que deben cumplir los agentes, pero cuestiona el método utilizado. “Ir a la casa ajena, levantar a gente durmiendo a esa hora, sin respeto ni aviso, está mal. Si se hubiera armado un tiroteo, nos podrían haber matado a todos. Esa no es la forma correcta de hacer su trabajo.”
Araceli señala además un problema que, según ella, debería ser el verdadero foco de la autoridad: la presencia de “carga haitianos «personas que huyen en motos cargados de haitianos y generan inseguridad en el barrio. “Ellos son los que deben ser perseguidos, no las personas que están tranquilas en sus casas, trabajando, durmiendo o haciendo su vida normal.”
Con frustración, Araceli denuncia una aparente doble moral de los agentes: “A los carga haitianos les cogen los cuartos y los dejan pasar, mientras que a los que están bien, los llaman para molestarlos. Eso está mal.”
La señora exige que las autoridades respeten los procedimientos legales y la dignidad de las familias dominicanas. “Tienen que ir con presencia, llamar antes, no romper puertas ni hacer escándalos. Tengo la evidencia de la puerta rota y exijo que esto no vuelva a pasar.”
Finalmente, Araceli hace un llamado a que el gobierno y los agentes actúen con respeto y educación. “Sé que es su labor, pero no así, con mala educación y violencia. Hay que actuar con respeto hacia las personas y sus hogares, especialmente cuando hay niños pequeños que se despertaron asustados.”
Por: Yameirys Acevedo.