Especial para LD
No es un secreto que, el sector de la gastronomía en República Dominicana ha tenido un crecimiento vertiginoso. Ciudades con vocación turística y, otras que, aunque no tanto, cuentan con menús competitivos y de encanto al paladar, aderezados con propuestas típicas, de tendencias y de la alta cocina.
Pese a este repunte, tiene tarea pendiente: urge la formación del talento humano bien calificado frente a la demanda actual y futura. De no existir una voluntad al respecto, la industria gastronómica ‘atiza los fogones’ para su insostenibilidad.
El divorcio entre la oferta académica técnico superior y la demanda empresarial implica efectos directos en las oportunidades laborales del país, en la calidad de vida del ciudadano y, por ende, en la economía como motor de desarrollo nacional. Estos aspectos clave se han convertido en una fuerte preocupación que ha sentado en la mesa a actores influyentes en este sector, para aportar propuestas de ejecución inmediata que queden como herencia a la nación.
La Fundación Sabores Dominicanos, entidad que promueve la exaltación de la gastronomía dominicana y el desarrollo de propuestas de carácter social, mantiene en ese sentido, la bandera en alto. Lo hace con el ‘Gastronomía RD25-30’, un plan estratégico que pronto presentará para dar respuestas a esta problemática.
Patrimonio cultural
La referida entidad, promueve la creación de estrategias de ejecución urgente, con radio de acción en la educación, concienciación ciudadana y empoderamiento de la gastronomía nacional como patrimonio cultural, en procura de generar un cambio real en apoyo a la industria, al desarrollo económico y, al enriquecimiento de la experiencia turística, tanto de nacionales como del turista que nos visita.
De ahí que, directivos de la fundación como, Bolívar Troncoso Morales, Luis Marino López y Juan Febles externen, a manera de dejar claro, que la grave carencia del personal técnico y profesional calificado en esta industria limita su desarrollo, la calidad de servicio, la competitividad y el añorado posicionamiento como propuesta internacional y de soporte al turismo.

De hecho, fue en 2015 que se presentó la primera edición de la propuesta ‘Gastronomía RD25-30’. Ahora, a partir del próximo 30 de este mes de septiembre, se inicia una nueva ruta, esta vez, hacia el 2030.
Impacto turístico
La idea es que se piense en la gastronomía dominicana desde las aulas con visión a futuro, partiendo de la creciente demanda, del auge del turismo, con el estreno de un nuevo polo en el Sur del país, y la meta del gobierno de lograr la visita de 12 millones de turistas antes de finalizar el año.
La citada fundación propone abordar esta problemática como un asunto de nación, de interés estatal y social, con un plan a cinco años. ¿Los resultados? Crear profesionales preparados y disponibles, competitividad internacional del sector, formación sostenible y continua y el posicionamiento de la gastronomía dominicana como embajadora cultural y económica.
Para lograr su cometido, los miembros de la fundación plantean, a través de Gastronomía RD 25-30, articular siete ejes temáticos, entre los que destacan: la creación de un fondo fiduciario que reúna aportes del Estado, empresas y actores del sector gastronómico (restaurantes, hoteles, productores, importadores, exportadores, docentes) para financiar proyectos de desarrollo gastronómico, gestionado por una fiduciaria y un comité de representantes clave.
Además, proponen la creación de nuevos institutos y escuelas superiores de gastronomía en todo el país, en colaboración con sectores públicos y privados. Conjunto con esto, la conquista de docentes internacionales, a sabiendas de que el país no cuenta con suficientes maestros para un plan de formación gastronómica agresivo y de alta calidad.