El expresidente Joe Biden cometió dos errores en cálculos, que destruyeron completamente la hegemonía y la economía estadounidense.
El primero, la inteligencia estadounidense nunca leyó a Rusia correctamente, siempre subestimó su capacidad política y militar. Ese calamitoso fracaso generó un nuevo escenario.
El segundo, destruyó la solidez del dólar, y la confianza en el sistema financiero internacional.
El ataque pasivo-agresivo que motivó la invasión de Rusia en Ucrania es, sin duda, el principal acto de idiotez estratégica jamás registrado en la historia política mundial.
Rusia derrotó a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Ucrania, ahora amenaza a los Estados Unidos en el continente americano.
Incautarle a Rusia los $350 mil millones de dólares depositados en bancos europeos originó que China y Arabia Saudita dejaran de depositar sus reservas en los Estados Unidos.
Nadie depositará sus ahorros en bancos estadounidenses, porque el día que Washington se disguste, eso puede ocurrir en cualquier momento, perderán todo.
El intento de Biden, de usar a Ucrania como cañón apuntando a Rusia, resultó en que ahora Putin apunta a los Estados Unidos desde Venezuela, Cuba y Nicaragua.
El intento de Biden de provocar una bancarrota económica en Rusia, puso a los Estados Unidos al borde de la bancarrota actual.
Si Biden y los neoconservadores no hubiesen decidido expandir la OTAN para amenazar a Rusia, Moscú no amenazaría a Washington desde Venezuela, Cuba y Nicaragua.
Si no hubiesen decidido robarse las reservas rusas, chinos y árabes, habrían seguido prestándoles dinero, Rusia no ampliaría el BRICS, desdolarizando el comercio mundial, debilitando el dólar.
Bill Clinton autorizó extender la OTAN hasta Rusia. George Bush y Barack Obama siguieron esa política. Obama depuso el gobierno ucraniano en el 2014, agudizando la crisis de Ucrania.
Por su grandilocuencia, Joe Biden quiso ganarse la corona destruyendo Rusia, pero resultó lo contrario y muchísimo peor.
Hoy la Economía estadounidense está al borde del abismo, y Rusia tiene a Cuba, Nicaragua y Venezuela amenazando a Washington, gracias a la idiotez estratégica de Biden