Las empresas tecnológicas que encabezaron la marcha hacia el teletrabajo al surgir la pandemia del coronavirus encaran hoy otro desafío: Cómo, cuándo e incluso si deben ordenar a sus empleados que regresen a oficinas pensadas para alentar el trabajo en equipo.
“Pensé que este período de teletrabajo sería el más complicado de mi carrera, pero no lo ha sido”, expresó Bernt Hyder, jefe de personal de la empresa de software Salesforce, con 65.000 empleados en todo el mundo. “Hacer que todo vuelva a funcionar como debe hacerlo va a ser más duro todavía”.
El retorno a las oficinas se ve entorpecido por la variante delta del virus, que alteró los planes de muchas empresas tecnológicas, que pensaban normalizar las cosas para el Labor Day, considerado el fin del verano en Estados Unidos. Microsoft demoró el retorno a la oficina hasta octubre, en tanto que Apple, Google, Facebook, Amazon y muchas otras firmas dijeron que esperarán hasta el año que viene.
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En vista del impacto que tienen en el manejo de otras empresas, se especula que las tecnológicas serán las que marquen el paso en relación con el regreso a la oficina. Los próximos pasos de esas compañías podrían determinar cómo y dónde trabaja la gente en el futuro, según Laura Boudreau, profesora adjunta de economía de la Universidad de Columbia que estudia todo lo relacionado con los sitios laborales.
“Ya quedó atrás la noción de que el teletrabajo era algo temporal”, declaró Boudreau. Cuanto más se prolongue la pandemia, dijo, más difícil será hacer que los empleados regresen a la oficina, sobre todo si se quiere que sea a tiempo completo.
Dado que generalmente lidian con productos digitales, el grueso de los trabajos asociados con el sector tecnológico está hechos a la medida del teletrabajo. La mayoría de las compañías tecnológicas, sin embargo, insisten en que su personal deberá presentarse a la oficina dos o tres días por semana cuando termine la pandemia.
La principal razón es que las firmas tecnológicas siempre han dicho que la oficina genera un espíritu de equipo que produce ideas nuevas e innovaciones, que probablemente no se hubieran dado si todos trabajan aislados. Esa es una de las razones por las que las firmas tecnológicas invirtieron miles de millones de dólares en oficinas llenas de privilegios y beneficios para los empleados, que los alientan a salir de sus cubículos y entablar conversaciones que generan ideas.
Tal vez se exagere el impacto de estas políticas, según Christy Lake, jefa de personal de la firma de software Twilio.
“No hay nada que indique que eso es realmente lo que sucede, pero todos lo damos por sentado”, dice Lake. “No se puede volver a lo que era antes y decirle a la gente ‘hay que regresar a la oficina porque de lo contrario no habrá más innovación’”.
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Twilio no traerá de vuelta a sus empleados a la oficina por lo menos hasta comienzos del 2022 y piensa dejar que la mayor parte de ellos decidan qué tan seguido deben presentarse a la oficina.
Esta fórmula híbrida que combina la oficina con el teletrabajo ha sido adoptada por el sector tecnológico, sobre todo por las firmas más grandes, con la mayor cantidad de empleados.
Casi dos tercios de las más de 200 empresas que respondieron a una consulta de mediados de julio en la Bay Area, que concentra una enorme cantidad de compañías tecnológicas, dijeron que esperan que sus empleados se presenten a la oficina dos o tres días por semana. Antes de la pandemia, el 70% de estas firmas exigían a sus empleados que trabajasen desde sus oficinas, de acuerdo con el Bay Area Council, organización que estudia las políticas comerciales que encargó el anuncio.
Hasta Zoom, el servicio de videoconferencias del Silicon Valley cuyos ingresos y acciones se fueron por las nubes durante la pandemia, dice que la mayoría de sus empleados prefieren trabajar en la oficina solo unos días por semana. “No hay una fórmula que sirva a todos en lo que respecta al regreso a la oficina”, dijo Kelly Steckelberg, administradora de Zoom, en un reciente blog.
Las empresas tecnológicas más grandes, que se beneficiaron más que Zoom todavía porque la pandemia hizo que sus servicios resultasen más indispensables, no les están dando muchas opciones a sus empleados. Apple, Google, Amazon y Microsoft dejaron en claro que quieren que la mayoría de sus empleados trabajen juntos al menos algunos días de la semana para mantener el ritmo de trabajo y alentar las innovaciones.
Esta política le parece muy pasada de moda a Ed Zitron, que dirige una firma de relaciones públicas que representa a empresas tecnológicas y que adoptó el teletrabajo desde su fundación en el 2012.
La única razón para tener una oficina, sostiene, es satisfacer a los jefes que quieren tener a la gente bajo el mismo techo “para poder verles las caras y sentirse bien respecto a la gente que tienen… para que disfruten de ese poder que tienen”.
La fórmula híbrida es ideal para gente como Kelly Souderlund, madre de dos niños que trabaja en oficinas en San Francisco y Palo Alto, California, para la firma de gestión de viajes TripActions, que tiene unos 1.200 empleados en todo el mundo. No veía la hora de regresar a la oficina cuando la empresa reabrió parcialmente en junio, en parte porque extrañaba la separación de su vida profesional y su vida personal.
“Cuando no tengo eso, me despierto a la mañana, empiezo a trabajar, llevo los chicos al jardín de infantes”, dice Soderlund. “Regreso y trabajo, hasta que tengo que ir a recogerlos. Preparo la cena y vuelvo a trabajar. Es como si trabajase todo el día”.
La ida al trabajo le toma una hora a Soderlund, quien dice extrañar ese tiempo en el que no tiene obligación alguna.
Soderlund cree que la oficina alienta la colaboración, aunque admite que la pandemia demostró que no hay que ir todos los días a la oficina para que haya trabajo en equipo.
La camaradería y la necesidad de separar el trabajo y la casa son dos de las razones por las que los empleados de la firma de software para negocios Adobe esgrimen para regresar a la oficina, de acuerdo con Gloria Chen, jefa de personal de una de las firmas más antiguas del Silicon Valley.