Corea del Sur disparó con éxito este miércoles un misil balístico desde un submarino, lo que lo convierte en el séptimo país del mundo en poseer esta avanzada tecnología y despierta interrogantes sobre una carrera armamentística en la región.
El ensayo, supervisado por el presidente surcoreano Moon Jae-in, tuvo lugar horas después de que la vecina Corea del Norte, que está dotada del arma nuclear, disparase dos misiles balísticos al mar, según el ejército de Corea del Sur.
Corea del Sur ha avanzado en su capacidad militar en busca de contrarrestar la amenaza que plantea su vecina del norte, que se encuentra bajo sanciones internacionales por sus programas de armas nucleares y misiles balísticos.
El misil surcoreano fue disparado desde el nuevo submarino «Ahn Chang-ho» y recorrió la distancia esperada hasta impactar en el blanco, indicó el gobierno de Seúl.
Según la misma fuente, esta nueva arma «desempeñará un papel muy importante en la defensa nacional autosuficiente y en el establecimiento de la paz en la península coreana».
Todos los países con capacidad para lanzar misiles balísticos desde un submarino tienen armas nucleares.
El Consejo de Seguridad de la ONU se reunió de urgencia y a puerta cerrada este miércoles para estudiar la situación y manifestó su preocupación por esta «gran amenaza» a la paz, según el embajador francés ante la ONU, Nicolas de Rivière.
Pocas horas después del ensayo, la influyente hermana del líder norcoreano Kim Jong Un, Kim Yo Jong, acusó al presidente Moon de «calumnias».
Seúl tiene una «actitud ilógica que describe su comportamiento como una acción legítima de apoyo a la paz y la nuestra como una amenaza a la paz», dijo la mujer en un comunicado difundido por la agencia de prensa oficial norcoreana KCNA.
Más temprano el miércoles, Corea del Norte lanzó «dos misiles balísticos de corto alcance» desde las costas de la provincia de Pyongan hacia el mar, señaló un comunicado del ejército surcoreano.
Los misiles recorrieron unos 800 kilómetros y alcanzaron una altitud máxima de unos 60 kilómetros.
El jueves, la agencia KCNA indicó que los proyectiles fueron lanzados desde un tren, con el objetivo de incrementar «la capacidad de lanzar un ataque intensivo simultáneo a las fuerzas que nos amenazan».
El ministro de Defensa japonés Nobuo Kishi estimó que los misiles cayeron en aguas de la zona económica exclusiva de su país.
Este nuevo lanzamiento coincidió con la llegada a Seúl del ministro de Relaciones Exteriores de China, aliado diplomático clave y principal sustento comercial y humanitario de Corea del Norte.
Hablando a los medios antes de conocerse el suceso, el ministro Wang Yi deseó que todos los países ayudaran «a la paz y la estabilidad en la península de Corea», según indicó la agencia de noticias surcoreana Yonhap.
«No solo el Norte, también otros países están implicados en actividades militares», continuó.
– Señal a China –
El lunes, la KCNA había anunciado ensayos exitosos durante el fin de semana de un nuevo modelo de «misil de crucero de larga distancia».
Analistas señalaron que esta arma representa un avance importante en la tecnología bélica norcoreana, que aumenta su capacidad de evitar los sistemas de defensa al lanzar ojivas a Corea del Sur o Japón.
Según analistas, los disparos de Corea del Norte son una clara señal a China, con la que tiene una relación a veces compleja.
El líder norcoreano Kim Jong Un lleva más de seis años sin visitar China, desde que llegó al poder sucediendo a su padre Kim Jong Il.
Pero se ha reunido en varias ocasiones con el presidente chino Xi Jinping y Pekín considera a Corea del Norte bajo su esfera de influencia.
De su lado, Estados Unidos y Corea del Sur son aliados, según un tratado, y unas 28.500 soldados estadounidenses están estacionados en ese país asiático para defenderlo de su vecino desde la guerra entre las dos Coreas (1950-1953).
Las sanciones internacionales contra Corea del Norte, que dice necesitar su armamento nuclear para evitar una invasión estadounidense, no le impiden desarrollar misiles de crucero.
Las conversaciones nucleares entre ambos países quedaron paralizadas tras el fracaso de la cumbre de 2019 en Hanói entre Kim Jong Un y el entonces presidente Donald Trump.
El departamento de Estado advirtió que el lanzamiento de Pyongyang «supone una amenaza» para sus vecinos y urgió al régimen a «implicarse en el diálogo».
Bajo el mandato de Kim, el Norte ha acelerado su evolución armamentística, pero no ha realizado ningún test nuclear ni ha lanzado ningún misil balístico intercontinental desde 2017.