La efervescencia con la que los usuarios venezolanos de redes sociales mantienen viva la discusión en torno a la victoria opositora en Barinas, estado natal de Hugo Chávez, contrasta con el silencio de los altos funcionarios del Gobierno, quienes han evitado opinar sobre la derrota que vivieron por segunda ocasión, en poco más de un mes.
«Ganó Barinas» es el mensaje que simpatizantes opositores han repetido en Twitter y que el propio gobernador electo de Barinas, Sergio Garrido, promovió para celebrar su victoria.
El pasado domingo, 9 de enero, ocurrió lo impensable: los chavistas dejaron de gobernar Barinas, el bastión que el oficialismo se negó a perder en los comicios regionales del 21 de noviembre, que fueron repetidos en medio de una polémica decisión judicial.
Con más de 14 puntos de diferencia que le dieron el cargo de gobernador, Garrido pasó de ser un líder regional con una carrera política solo conocida en Barinas a ser el opositor que logró concretar la tan ansiada unidad a la que aspira la cúpula nacional antichavista.
El propio dirigente opositor Juan Guaidó admitió la importancia del triunfo barinés al pedir a sus seguidores que se inspiraran en los hechos vividos en la región llanera para «lograr el cambio».
«La próxima elección debe ser para salir de la dictadura y nuestra lucha sigue siendo lograr que sea libre y justa, mediante un Acuerdo integral. Que la heroica demostración de Barinas nos inspire para tener unidad de propósito y acción que nos permita lograr el cambio en el país», escribió Guaidó en su Twitter.
SIN DECIR NADA
Pero, quien no dijo nada fue el presidente Nicolás Maduro, que, tras los comicios, realizó un rápido viaje a Nicaragua para acudir a la toma de posesión del presidente Daniel Ortega.
Maduro regresó a Venezuela este martes y se presentó ante el país en una transmisión del canal estatal VTV en la que tocó temas como la pandemia y el retorno a clases sin referirse, ni por un segundo, a la derrota del candidato chavista, el excanciller Jorge Arreaza, perdedor con el 41,27 % de los votos.
Una hora y 19 minutos duró la actividad presidencial sin que el mandatario mencionara los cómputos de la repetición electoral, que tuvo lugar luego de que el Supremo venezolano decidiera anular los resultados de los comicios del 21 de noviembre en Barinas, al considerar que el candidato opositor y ganador por un estrecho margen, Freddy Superlano, se presentó pese a estar inhabilitado.
La línea del silencio parece ser la ordenada al resto de los funcionarios del Ejecutivo venezolano, quienes se han limitado a enviar mensajes de ánimo en redes sociales al chavista derrotado en la contienda.
En cuanto a Arreaza, tras las declaraciones ofrecidas este lunes en las que aseguró que defenderá la región y no le permitirá al nuevo gobernador «que le haga daño al pueblo», no volvió a pronunciarse.
Entretanto, en Barinas sigue la celebración de los opositores mientras el gobernador Garrido, respaldado por el partido Mesa de la Unidad Democrática (MUD), cumplió con todas las formalidades que exige la ley para tomar posesión de su cargo.
VICTORIA SIN MEZQUINDAD
El logro de la oposición en Barinas es reconocido por propios y ajenos que se han pronunciado desde todos los escenarios posibles para asegurar que marca un precedente en la lucha opositora en el país caribeño.
«Barinas tierra llanera caminos de palma y sol, demostramos que juntos podemos hacer la diferencia», fue otro de los mensajes de Garrido en Twitter en los que insistió en la importancia de la victoria regional.
Desde el partido opositor Avanzada Progresista también ratificaron esta visión al asegurar que «la victoria electoral en Barinas es el resultado del esfuerzo colectivo por parte de quienes se cansaron del abuso y el atropello de un grupo familiar».
En un comunicado, el partido celebró la organización y movilización de los barineses que se impuso sobre el «extremismo abstencionista» y el «continuismo feudal».
«Nos sumamos al júbilo del pueblo barinés por esta gran jornada democrática, este triunfo es de ustedes, de todos, pero de nadie en particular. Atrás quedaron los mitos infundados sobre la inutilidad del voto, sobre la imposibilidad de derrotar al Gobierno en ausencia de ciertas y determinadas condiciones», aseguró el partido.