El papa Francisco viajó ayer domingo al sur de Italia para clausurar un congreso eclesiástico italiano que coincidió con las elecciones nacionales en Italia, y emitió un mensaje que tocaba temas clave de la campaña, como la inmigración.
Ni Francisco ni sus anfitriones mencionaron los comicios durante la misa al aire libre, aunque la conferencia episcopal italiana había instado a la población a votar en unas elecciones rodeadas de expectación y que podrían dar pie al primer gobierno italiano de ultraderecha desde la II Guerra Mundial.
Al final de la misa en Matera, Francisco, improvisó unas palabras en las que pidió a los italianos que tuvieran más hijos. “Me gustaría pedirle a Italia: Más nacimientos, más niños”, dijo Francisco. Italia tiene una de las tasas de natalidad más bajas del mundo y Francisco ha lamentado a menudo ese “invierno demográfico”.
La líder de ultraderecha Giorgia Meloni, que hizo campaña bajo el lema “Dios, familia y patria”, también ha pedido que Italia cambie la tendencia demográfica y propuesto más incentivos financieros para que las parejas tengan hijos.
Francisco también se pronunció sobre un tema crónico en Italia y señaló que el domingo coincidía con el Día Mundial de los Migrantes y los Refugiados en la Iglesia católica.