Durante siglos la migración ha sido un componente fundamental de la vida y el desarrollo del Caribe. Desde los movimientos forzados por el comercio de esclavos en el siglo XVI y XIX hasta los flujos migratorios voluntarios del siglo pasado, este fenómeno ha estado presente en la región con un fuerte impacto en la política, la economía, la sociedad y la cultura caribeña. Precisamente, para mostrar la historia de la esclavitud transatlántica y el legado cultural de África en el Caribe se inaugura este martes 18 de octubre en el museo de la Fortaleza Ozama la exposición Esclavitud y legado cultural de África en el Caribe, comisariado por el profesor investigador Miguel Ángel Puig-Samper, en el marco del proyecto Connected Worlds que coordina la también investigadora Consuelo Naranjo, ambos del Instituto de Historia del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España que trae dicha exposición.
Históricamente República Dominicana ha sido un país marcado por las migraciones. A finales del siglo XIX y principios del XX llegaron estacionalmente al país cocolos oriundos de las islas Nevis, Saint Kitts, Montserrat y a principios del siglo XX inmigraron también diversas familias puertorriqueñas, españolas, chinas, curazoleñas, norteamericanas e italianas, las cuales se repartieron por todo el territorio nacional, integrándose en la población local.
Uno de esos grupos que empezaron a llegar a finales del siglo XIX fueron los árabes. Presionados por la crisis económica y demográfica que vivían, la persecución religiosa y la opresión que el Imperio Otomano ejercía sobre los territorios del Medio Oriente que habitaban, estos inmigrantes salieron en búsqueda de oportunidades y muchos de ellos hicieron de República Dominicana su destino final, ejerciendo una gran influencia en la vida social, económica y política del país.
Se iniciaron en el comercio con la venta de mercancías como buhoneros y muchos de ellos fueron ascendiendo económicamente. Se fueron integrando paulatinamente a la sociedad destacándose en diferentes áreas, tales como la medicina, política, comercio, ciencia, diplomacia, pintura, literatura, música, poesía, educación, comunicación, el ejército, el sindicalismo, entre otras actividades.
Fruto de ese proceso encontramos la presencia de varias generaciones de familias árabes en el país como los Abinader, Acta, Alam, Antún, Asmar, Atallah, Azar, Bacha, Badía, Baduí, Bichara, Caram, Chaljub, Dauhajre, Dip, Dumit, Elmúdesi, Fadul, Feris, Gobaira, Haché, Hasbún, Hazim, Hazoury, Hesny, Helú, Herrera. Además, Jacobo, Jorge, Kasse, Khoury, Lama, Mahuad, Majluta, Mafout, Michelén, Musa, Najri, Nahum, Nicolás, Raful, Ramia, Risek, Rizik, Sabbagh, Sahdalá, Salomón, Sarraff, Saud, Selman, Serulle, Sued, Tallaj, Turbair, Wessin, Yapur, Yunén, Zaglul, Zaiter, Zouain, etc.
En la actualidad tienen una destacada participación en el sector comercial e industrial contribuyendo de manera significativa al desarrollo de la economía dominicana. Pero también, son muchos los que se han involucrado en las distintas especialidades de la medicina: Antonio Elmúdesi, William Dauhajre, Santiago Hazim, Julián Sued, Nancy Záiter, José Záiter, Víctor Atallah, José Yunén, José Joaquín Pueblo Herrera, Michael Khoury, Alejandro Asmar, Emil Kasse Acta, Jorge Gobaira, Mario Lama, Pedro Abraham, entre otros. En ingeniería se han destacado figuras como Salomón Rizek, Jesús Musa Hazim, Pablo Yarull, Rafael Serulle, Juan Selman, Ernesto Musa, Bichara Khoury, Cristian Maluf. En el campo del derecho Jottin Cury, Hugo Tolentino Dipp, Pedro Franco Badía, Víctor Sadhalá, César Estrella Sadhalá, Randy Hued, entre otros.
Descendientes libaneses han tenido gran incidencia en la fundación y dirección de instituciones de educación superior, tales como la Universidad Iberoamericana (UNIBE), Jorge Abraham Hazoury; Universidad Central del Este (UCE), Dr. José Hazim Azar; Universidad Organización y Métodos (O&M), Dr. José Rafael Abinader Wasaf; y el Instituto Nacional de Ciencias Exactas (INCE), Dr. Julio Hazim. En la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), llegaron a ocupar distintos puestos académicos incluyendo la rectoría: Andrés Aybar Nicolás, Rafael Kasse Acta, Jottin Cury y Hugo Tolentino Dipp.
En el campo de la política han tenido una destacada incidencia. Diferentes estamentos del Estado en distintas épocas han estado en manos de árabes o sus descendientes como las secretarías de Estado de Agricultura, de la Presidencia, Bellas Artes y Cultos, así como subsecretarías en Obras Públicas, Finanzas, Salud, Relaciones Exteriores. También, en la dirección de Aduanas y de la Corporación de Fomento Industrial.
Su ascenso en las esferas del poder político se evidencia en los descendientes que han llegado a ser regidores, síndicos, diputados y senadores. Dos han alcanzado la Presidencia de la República Dominicana: Jacobo Majluta y Luis Abinader.
Jacobo Majluta era hijo de Jacobo Majluta y Elena Azar, oriunda del Líbano. Entre 1966-1968 fue Regidor y presidente de la Comisión de Finanzas del Ayuntamiento del Distrito Nacional. Vicepresidente de la República por el PRD entre 1978-1982. Tras el suicidio de Guzmán, el 4 de julio Majluta asumió la presidencia hasta el 16 de agosto del 1982. Elegido senador por el Distrito Nacional para el período 1982-1986, ocupó la presidencia de la Cámara Alta desde 1982 hasta finales de 1984 y de 1985 al 1986. En 1986 fue candidato a la presidencia por el Partido Revolucionario Dominicano, quedando en segundo lugar de la preferencia electoral. Fue fundador del Partido Revolucionario Independiente (PRI), siendo candidato a la presidencia por dicho partido en las elecciones generales de 1990 y 1994.
Por su parte, Luis Rodolfo Abinader Corona, es hijo de José Rafael Abinader Wasaf y Rosa Sulina Corona Caba. Su padre José Rafael Abinader Wasaf (1929-2018) era hijo de José S. Abinader, inmigrante libanés llegado al país en 1898 y de Esther Wassaf, nacida en Montecristi de padres libaneses. El actual presidente, está casado con Raquel Patricia Arbaje Soneh, descendiente de libaneses, hija de Elías Arbaje Farah y Margarita Soneh Curi.
Luis Abinader fue electo vicepresidente del Partido Revolucionario Dominicano en la Convención Nacional del año 2005, excandidato a la Vicepresidencia de la República por el Partido Revolucionario Dominicano, en las elecciones presidenciales del 2012 y candidato presidencial del Partido Revolucionario Moderno en las elecciones de mayo de 2016 en las que ocupó el segundo lugar con un 35% de los votos. En las elecciones del 5 de julio del 2020 logró la Presidencia de la República Dominicana con el respaldo de un 52.52 % de los votos, asumiendo el poder el 16 de agosto de 2020, convirtiéndose en el primer presidente nacido después la dictadura de Trujillo.
Ciertamente esta migración que inició a finales del siglo XIX ha aportado ingredientes nuevos a la cultura dominicana, ayudando a transformar el comercio, las costumbres domésticas, la educación, la industria y otras áreas en la República Dominicana.
El autor es profesor investigador y miembro del Centro de Estudios Caribeños de PUCMM.