Rusia advirtió el miércoles a las Naciones Unidas que no investigara los supuestos ataques con drones de fabricación iraní en Ucrania, uniéndose a Teherán al negar el origen de las armas, mientras la Unión Europea preparaba nuevas sanciones.
Estados Unidos, Francia y Reino Unido -miembros permanentes del Consejo de Seguridad- solicitaron la sesión para expresar su alarma por los envíos de drones, que según funcionarios occidentales violan una resolución de la ONU, aunque Rusia tiene poder de veto para bloquear cualquier eventual pedido de nuevas sanciones.
Tanto la Unión Europea (UE) como Estados Unidos dijeron tener pruebas de que Irán suministró los Shahed-136, drones de bajo coste que explotan al aterrizar y a los que se atribuye la muerte de cinco personas el lunes en la capital ucraniana Kiev, así como la destrucción de infraestructuras civiles.
Ucrania, que ha decidido romper sus relaciones diplomáticas con Teherán, afirma que su ejército ha derribado más de 220 drones iraníes en poco más de un mes, y han aparecido imágenes que parecen mostrar un vínculo con Irán.
Pero el diplomático ruso Dmitri Polianski denunció las «acusaciones infundadas y las teorías conspirativas», citando como prueba que la palabra rusa para geranios estaba escrita en los drones, formalmente conocidos como vehículos aéreos no tripulados.
«Los vehículos aéreos no tripulados utilizados por el ejército ruso en Ucrania se fabrican en Rusia», dijo Polianski a periodistas fuera del Consejo de Seguridad.
«Les recomendaría que no subestimaran las capacidades tecnológicas de la industria rusa de aviones no tripulados».
Aunque advirtió contra cualquier investigación de la ONU sobre el terreno en Ucrania como parte de la aplicación de las sanciones existentes sobre Irán.
«El equipo no tiene el mandato de realizar investigaciones; no forma parte del comité de sanciones. Así que esto sería absolutamente poco profesional y político», indicó.
Si la secretaría general de la ONU o el secretario general Antonio Guterres siguen adelante, «tendremos que reevaluar nuestra colaboración con ellos, lo que no beneficia a nadie», prosiguió Polianski.
El enviado de Irán a la ONU, Amir Saeid Iravani, también rechazó las «afirmaciones infundadas y sin fundamento» sobre las transferencias de drones y dijo que Teherán, que se ha abstenido en las votaciones sobre la guerra de Ucrania, quería una «resolución pacífica» de la misma.
Las supuestas transferencias de armas se producen en momentos en que Irán se enfrenta a una creciente presión por su represión de las mayores protestas en años, desencadenadas por la muerte de Mahsa Amini, una joven de 22 años detenida por la conocida «policía de la moral» de la República islámica.
Respuesta «rápida y firme»
Se espera que la UE apruebe sanciones por los drones antes de una cumbre el jueves en Bruselas.
Una lista a la que tuvo acceso la AFP mostró que la UE planeaba sanciones contra tres altos funcionarios militares, incluido el general Mohammad Hossein Bagheri, jefe de personal de las fuerzas armadas de Irán.
En Bruselas, Nabila Massrali, portavoz del jefe de política exterior de la UE, Josep Borrell, dijo que el bloque había reunido «pruebas suficientes» que demuestran que los drones utilizados por Rusia contra Ucrania fueron proporcionados por Irán y dijo que estaba preparando «una respuesta clara, rápida y firme de la UE».
Las medidas punitivas también afectarían al fabricante de drones Shahed Aviation Industries, una empresa aeroespacial vinculada a la poderosa Guardia Revolucionaria iraní.
Estados Unidos dijo que el Consejo de Seguridad escuchará a un experto sobre la transferencia de los drones.
«Hemos visto en el transcurso del último mes que hay amplia evidencia de que Rusia está utilizando vehículos aéreos no tripulados de Irán en ataques crueles y deliberados contra el pueblo de Ucrania», dijo a periodistas en Washington el portavoz del Departamento de Estado, Vedant Patel.
«Transmitiremos estas graves preocupaciones sobre la adquisición de vehículos aéreos no tripulados de Irán por parte de Rusia en clara violación de la Resolución 2231 del Consejo de Seguridad de la ONU».
La resolución de 2015 dio luz verde a un acuerdo nuclear con Irán, ahora moribundo.
La prohibición de la resolución sobre la venta de armas convencionales de Irán expiró en 2020, a pesar de los intentos de la entonces administración estadounidense del presidente republicano Donald Trump.
Estados Unidos no explicó cómo estaría violando Irán la normativa, pero la resolución aún prohíbe hasta octubre de 2023 cualquier transferencia que pueda beneficiar a misiles balísticos con capacidad nuclear, a menos que haya un permiso del Consejo de Seguridad.
La represión de las protestas en Irán motivó nuevas sanciones occidentales por abusos de los derechos humanos y dejaron en segundo plano los esfuerzos del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, para restaurar el acuerdo nuclear de 2015, del cual Estados Unidos se retiró bajo el gobierno de Trump.
Funcionarios occidentales han destacado que los drones iraníes son evidencia de que Rusia, históricamente uno de los mayores exportadores de armas del mundo, ha visto su arsenal muy reducido por las pérdidas en el campo de batalla.
Estados Unidos ha publicado información de inteligencia que dice que los drones iraníes han fallado con frecuencia y que Rusia también recurrió a Corea del Norte. De acuerdo con reportes, China rechazó los llamados para enviar armas.