Se esperaba que las elecciones de medio mandato en Estados Unidos allanaran el camino para su candidatura presidencial de 2024, pero según expertos habría sucedido lo contrario: la noche de la votación fue decepcionante para el expresidente Donald Trump, quien ahora ve cómo los resultados fortalecieron a su principal rival republicano.
El exinquilino de la Casa Blanca (2017-2021), que se colocó como decidido protagonista durante toda la campaña, soñaba con una victoria aplastante de sus apadrinados antes de prometer «un gran anuncio» para la próxima semana, el cual, según todos los presagios, apuntaría a su nueva candidatura presidencial.
Sin embargo, la anunciada «ola roja» que pronosticaba no arrasó en el país, pese a que los republicanos tienen buenas opciones de retomar -por ahora con un estrecho margen- la mayoría en la Cámara de Representantes (baja).
El control del Senado sigue siendo muy incierto. La victoria más sonada de la noche en la orilla conservadora sigue siendo la de Ron DeSantis, de 44 años, quien fue reelegido gobernador del estado de Florida (sureste).
Se trata del principal y más fuerte oponente para Donald Trump de cara a la nominación presidencial republicana de 2024.
Su victoria sobre el demócrata Charlie Crist fue aplastante y consolida su figura de estrella en ascenso, a tal punto que un editorial de la cadena Fox News ya proclamó a DeSantis como «nuevo líder del Partido Republicano».
Si bien todavía no hay resultados finales completos, el mapa político que se dibujó este miércoles en la mañana claramente no se parece al que se había proyectado.
Aunque en general las elecciones de medio mandato favorecen a la oposición, «no debería haber sido tan difícil para los republicanos», comentó a la AFP Jon Rogowski, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Chicago. Sobre todo, si se suman el contexto de alta inflación y la raquítica popularidad del presidente demócrata Joe Biden
«Muchos de los candidatos (que Donald Trump apoyó) tuvieron un desempeño inferior al esperado y le costaron a su partido la oportunidad de obtener escaños que deberían ser ganables» para los republicanos, subrayó Rogowski.
«Mientras tanto, otros candidatos republicanos con los que se peleó públicamente ganaron fácilmente sus escaños». Un ejemplo es Brian Kemp, abiertamente opuesto a Trump, quien retuvo su cargo de gobernador en Georgia.
El expresidente siempre ha criticado el papel de Kemp en la certificación electoral de 2020 a favor de Biden y trató de desbancarlo al respaldar a otro candidato en las primarias.
– «Calidad» de los candidatos –
Los resultados muestran que «puedes ser conservador, tener principios, oponerte a Trump y ganar», declaró a la AFP Peter Loge, profesor de la Universidad George Washington.
«Es realmente un punto de inflexión para el Partido Republicano», dijo en la cadena CNN el miércoles por la mañana Geoff Duncan, vicegobernador republicano de Georgia, quien durante mucho tiempo ha sido abiertamente crítico con el expresidente. «Es hora de seguir adelante», añadió.
Antes de las elecciones, el líder de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, ya se había preocupado por la «calidad» de los candidatos respaldados por Trump.
A la vista de los resultados, el expresidente podría haber perdido su aura como «hacedor de reyes». El célebre cirujano Mehmet Oz, apoyado por Donald Trump, no ganó el escaño clave de senador en el disputado estado de Pensilvania.
También en ese estado el candidato ultraconservador y antiabortista Doug Mastriano, quien estuvo durante la toma del Capitolio, fue derrotado en su aspiración a la gobernación.
Una notable excepción fue la del trumpista J.D. Vance, elegido senador en Ohio. Según proyecciones de los medios, más de cien candidatos republicanos que desconocen el resultado presidencial de 2020 fueron elegidos el martes en cargos locales y nacionales.
– Camino presidencial –
La mañana del miércoles, el expresidente estaba «furioso» y «gritándole a todo el mundo», según admitió uno de sus asesores citado desde el anonimato por el reconocido periodista de CNN Jim Acosta.
En Truth Social, la red social de su propiedad, permaneció en silencio toda la mañana.
Trump, quien parecía dubitativo sobre declarar su candidatura antes de las elecciones, ahora debería mantener el «gran anuncio» para el 15 de noviembre, desde su residencia en Florida.
A los candidatos que fracasaron probablemente les dirá: «si hubieran hecho lo que les dije, lo habrían hecho mejor, es su culpa», según el profesor Loge.
Si por otro lado los republicanos alcanzan la mayoría en la Cámara, el expresidente no dudará en «atribuirse el mérito», pronosticó Rogowski.
Según el experto, Donald Trump anunciaría su candidatura con dos años de anticipación a manera de zancadilla para sus rivales. «Si sintiera que está en una mejor posición, no lo haría. No necesitaría declararse candidato tan pronto».