La cuenta regresiva está en marcha, los actores ya están en escena, las armas están aceitadas y en breve tiempo se comenzarán a escuchar los disparos de las confrontaciones.
En esta ocasión los protagonistas son conocidos, sus objetivos también, aunque no se sabe a ciencia cierta cuál de los dos contrincantes -oposición o Gobierno- se alzará con la victoria en las contiendas electorales que se llevarán a cabo a partir de febrero y mayo del año 2024.
Para nadie debe ser secreto y creemos que mucho menos para los señores de la oposición política, que esa guerra política comenzará sentirse en una primera etapa desde los predios de la maquinaria política y estratégica del Partido Revolucionario Moderno (PRM), quienes vendrán con un agresivo ataque a partir de este año con intenciones de acosarla, derribarla y aniquilarla.
Su arma política para combatir, que no le quepa la menor duda al Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y la Fuerza del Pueblo (FP), será el penetrante y atractivo discurso de moralidad pública en donde se montó el doctor Abinader al inicio de su gestión en agosto 2020.
Pero algo más dramático y letal para ambas organizaciones políticas opositoras, lo será también la puesta en marcha de la segunda oleada de nuevos apresamientos y condenas de algunos prominentes ex funcionarios del PLD y FP, a quienes se les atribuye haber cometido actos de corrupción en contra del Estado dominicano durante los 20 años que gobernaron el país.
Las tropas están listas y el mando de ataque táctico y estratégico sólo está a la espera de la voz de mando que le indique la fecha, el momento y la hora específica para entrar a escena y obtener ganancia por partida doble.