Los ministros de Relaciones Exteriores de la UE, reunidos en Bruselas, incorporaron ayer lunes como invitada a Yulia Navalnaya, la viuda del opositor ruso Alexéi Navalni, muerto recientemente en una prisión rusa del Ártico.
Al fin de ese encuentro a puerta cerrada, el jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell, aseguró que el presidente ruso, Vladimir Putin, tendrá que rendir cuentas por la muerte de Navalni.
«Vladimir Putin y su régimen tendrán que rendir cuentas por la muere de Alexéi Navalni», aseguró Borrell en un mensaje en la red X.
«Como Yulia ha dicho, Putin no es Rusia, y Rusia no es Putin», apuntó Borrell en su mensaje.
De acuerdo con un diplomático europeo, al ingresar al recinto de reuniones los ministros aplaudieron de pie a Navalnaya.
Fuentes coincidentes señalaron que en su breve mensaje se comprometió a continuar el activismo de su marido, tal como lo había prometido en video divulgado en sus redes sociales al inicio de la jornada.
Navalnaya, que no había visto a su esposo en dos años, acusó al presidente ruso, Vladimir Putin, de ser «personalmente responsable» de la muerte de su marido y pidió a la comunidad internacional unirse para derrocar el «régimen aterrador» de Putin.
«Vladimir Putin mató a mi marido, Alexéi Navalni. Putin mató al padre de mis hijos», afirmó Navalnaya conteniendo las lágrimas en un video publicado este lunes en las redes sociales.
«Con él, (Putin) quiso matar nuestro espíritu, nuestra libertad, nuestro futuro», añadió.
Navalni era el opositor más destacado del Kremlin y se había vuelto muy popular por sus denuncias de supuestos casos de corrupción bajo el gobierno de Putin.
En 2020, Navalnaya consiguió que su marido, que estaba en coma en Siberia a causa de un envenenamiento, pudiera salir de Rusia. También estuvo a su lado cuando regresó a Rusia desde Alemania, antes de que lo detuvieran.
Navalni, condenado por «extremismo», purgaba una pena de 19 años en una remota colonia penitenciaria del Ártico tras unos juicios que, según múltiples voces, obedecían a motivos políticos.
De momento, Putin no se pronunció públicamente sobre la muerte de Navalni.
– Consternación –
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, acusó el viernes a los dirigentes occidentales de tener unas reacciones «absolutamente inaceptables» e «histéricas» al deceso de Navalni, que causó consternación en el mundo.
La investigación sobre la muerte de Alexéi Navalni «sigue en curso» y no ha llegado a ninguna conclusión «por el momento», declaró Peskov este lunes, al tiempo que los familiares del opositor ruso reclaman que les entreguen sus restos.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, pidió el domingo no sacar conclusiones precipitadas sobre la muerte de Navalni.
«Creo que es una cuestión de sentido común (…). Si la muerte está bajo sospecha, primero hay que llevar a cabo una investigación para averiguar de qué murió», declaró Lula en Adís Abeba, capital de Etiopía, donde participó como invitado en la cumbre anual de la Unión Africana.
Sin embargo, el ministro italiano de Relaciones Exteriores, Antonio Tajani, destacó que las palabras de Navalnaya ante los ministros europeos les «harán sentir la amenaza que pesa sobre los ciudadanos rusos y sobre cada región» de Europa.
Grupos de derechos humanos informaron que la policía rusa detuvo a más de 400 personas que participaron en homenajes al opositor.
Solo en San Petersburgo, 154 personas recibieron órdenes breves de encarcelamiento por participar en tributos a Navalni, según el detalle de los fallos publicados por los servicios judiciales locales.
En varias ciudades europeas se realizaron manifestaciones en homenaje al opositor ruso.
En Alemania, los manifestantes tendieron ofrendas florales y velas en una vigilia frente a la embajada rusa en Berlín.