El mundo global al que llegamos tras siglos de enfrentamientos bélicos por motivos religiosos o comerciales, levantado sobre los cimientos de dos guerras mundiales que se destruyeron todos los imperios conocidos a principios del siglo XX y dieron lugar a la bipolaridad entre la URSS y Estados Unidos, ha terminado y, el planeta está patas arriba por efecto de un paladín, Donald Trump: también termina el mundo del multilateralismo y la cooperación internacional que ha liderado. ONU y USAID son apenas dos ejemplos emblemáticos.
Previamente en las últimas décadas sobre todo desde la caída de la URSS, al tiempo que las confrontaciones bélicas se volvían regionales y episódicas y, en ocasiones, solo étnicas y religiosas, el comercio emergió con la OMC y la integración de bloques económicos, como un instrumento a favor de los consumidores en el contexto de que cada país produjera lo que mejor hacía y, en el que los estados desarrollados le abrían las puertas a sus productos en condiciones preferentes. Es claro que eso tuvo vigencia hasta el 20 de enero pasado.
![Donald Trump y la presidenta de México, Claudia Sheinbaum.](https://listindiario.com/files/vertical_main_image/files/fp/uploads/2025/02/03/67a0f8f01dc57.r_d.1725-628.png)
Colombia –con menos capacidad de reacción- sirvió de primer ejemplo, pero le siguieron tres grandes, México, Canadá – el socio preferente de USA – y China, la adversaria. Las dos primeras, el domingo fueron notificadas de la imposiciones de aranceles de un 25% y a la tercera un 10%; los hijos de Juárez cuyo PIB depende en un 30% de sus negocios con USA, al margen de la retórica, poco podía hacer y en público el lunes se comprometió a desplegar 10,000 soldados a la frontera para controlar la migración y el tráfico de drogas; con el otro socio del T-MEC con mejor capacidad de respuesta Trump también habló el lunes y en ambos casos los aranceles se pospusieron por 30 días, a pesar de ello, el dólar subió y las bolsas cayeron en todo el mundo: la economía mundial quedó magullada.
La potencia asiática, de vacaciones de fin de año, respondió de inmediato aplicando sanciones a sus principales compras en Norteamérica. Sólo con los anuncios se calcula que el PIB de USA puede caer hasta un 1% y, el Chino un .05%; pero los precios –ya afectados por el simple anuncio– si se aplican los impuestos aumentaron sensiblemente y algunas líneas de producción no podrán rearticularse a tiempo. Europa -que dice estar preparada – está para el próximo capítulo de medidas, igual que el resto de Asia y África.
En medio de esa convulsa realidad nos visita, en gira por varios países, el secretario de Estado Marco Rubio, quien ya estuvo en Panamá, en donde como habíamos escrito, el tema es China, su ruta de la seda que ya tiene un importante puerto en Perú y su negociación en relación con el canal; El Salvador como paso intermedio, igual que Costa Rica y Guatemala, en la ruta migratoria que alimenta a México hacia USA y, la pregunta que surge es: ¿Cuál es nuestra importancia para hacer parte de la ruta del canciller?
El tema de las drogas o Haití, pues nuestra inmigración ilegal, no es tan grande y obvio que recibiremos a nuestros compatriotas con los brazos abiertos y Trump no se ha referido al DR Cafta, del que hacen parte con RD, los países visitados y, los exceptuados, Honduras y Nicaragua.
La visita no incluye a los grandes de América Latina, como son Brasil, en donde Lula si bien ha estado prudente y parco, ayer felicitaba al Congreso por la ratificación del Tratado de Mercosur con la Unión Europea, que conforman el mercado más importante del mundo, ni Argentina, Perú, Colombia o Chile; ni siquiera Venezuela a donde fue enviado Richard Grenell quien conversó con el gobierno y la oposición hace pocos días.
La globalización permitió integrar en los bienes y servicios al mundo de tal suerte que hoy, en cualquier producto, sea un auto o un celular, hay piezas producidas en todos los confines de la tierra, sin hacer excepción de los servicios pues hoy puedes ordenar una pizza en un país a través un call center que te redirige a la India o contratar empresas de cobro en Colombia para el Scotia Bank dominicano, cuya sede está en cañada, ese mundo global interconectado en tiempo real a través de las redes, cambiará drástica y rápidamente en un regreso a cierta autarquía, que no es más que un régimen que restringe las importaciones y las relaciones con otros países por considerarse autosuficiente.
En forma obligada, como expresión de una política de Estado, pueden regresar a este régimen de producción y consumo interno Estados Unidos, la Unión Europea y China, pero a un alto costo; el resto de los países no tienen posibilidad pues los beneficios del comercio mundial son innegables.
Empero las medidas del presidente Trump –comerciales y de cooperación- no apuntan sólo al exterior, como el tema de la OMS en la ONU o el USAID, también a programas sociales dentro de Estados Unidos que a su entender desnaturalizaron su esencia, incluida la política de defensa que le impuso un costo por defender a otros, como es el caso de la OTAN, la Europa próspera debe pagar más por su defensa, es lo que ha dicho. Esa política le ahorrará mucho dinero al Gobierno Federal.
Desde luego que -independiente de las reacciones externa- pronto encontrará internamente oposición del ala demócrata la mayoría de cuyos programas estrella, está desmantelando, inicialmente en las cortes estatales y federales, la mayoría de las cuales actualmente están integradas por jueces conservadores y, más tarde, cuando se sientan los efectos, la oposición política, hoy en minoría en el Senado y en la Cámara, poco más tarde en las calles.
Esta semana, por primera vez en cinco años desde el error del Brexi, el premier inglés, cuya voz no se ha escuchado asistió al Consejo de Defensa Europeo, alianza económica de la que ya no es parte y, lo hace en un momento en que por los anuncios arancelarios norteamericanos el más perjudicado ha sido el Banco de Inglaterra del que han sido retiradas grandes partidas en oro que buscan New York, como mercado no afectado por la política de aranceles. Nadie se salva de esta pandemia comercial.
Las promesas de campaña de Trump, muchas actualmente convertidas en órdenes ejecutivas tienen dos objetivos, hacer más grande a Estados Unidos y parar a China, para eso necesita dejar de gastar dinero en programas prescindibles, sean sociales o de defensa y mejorar los ingresos a través del cobro de impuestos; todas sus políticas –incluida migración y narcotráfico- hacen parte de esos dos objetivos o son simplemente pretextos.
Si vemos las dos partes más sensibles de esta guerra comercial –de la que Rusia no hace parte-, ambas conscientes del daño mutuo que se pueden ocasionar, han sido cautas. USA sólo impuso a China un 10% de gravamen a partir de febrero, no el 60% que había anunciado en la campaña; China respondió esta semana moderadamente, impuso a solo una parte de los bienes norteamericanos un 15% y prohibió la exportación de metales críticos, vitales para la industria aérea, automovilística y de tecnología norteamericana, además de iniciar una investigación por práctica monopólica a google que casi no opera en dicho país que usa Baidu, sólo para enviar un mensaje a Elon Musk, quien tiene importantes inversiones industriales en Pekín y, parece aspirar a comprar TikTok la popular empresa china que tiene a 150 millones de seguidores en USA.
China ha respondido quirúrgicamente, grava petróleo, área en que Trump es abanderado con el fracking, gas natural y carbón y añadió metales cuyo nombre posiblemente usted no ha oído nunca pero que resultan esenciales y el 60% de las reservas mundiales están en China, que exporta el 86% de la producción mundial de wolframio, el molibdeno, el telurio, el bismuto y el indio, esenciales para los semiconductores que están en casi todo lo que el ciudadano utiliza.
En ese universo de intereses que hoy ocupan la mente de la diplomacia norteamericana, sin caer en el error como usualmente hacemos, en creernos centro del planeta, al darle la bienvenida, con deseos de una estancia fructífera, la pregunta sigue siendo ¿Qué temas interesan al secretario de Estado en los que Repúblia Dominicana pueda ser útil?.