A pesar de haber retirado el proyecto de ley de reforma fiscal del congreso y mantener el gasto de capital en apenas un 14.2% del gasto total durante los últimos años, el Presidente Abinader no ha parado en inaugurar nuevas obras en todo el país, algunas de gran calado. Metros, teleféricos, avenidas, circunvalaciones, viviendas, acueductos, puentes y diversas obras en nuevos complejos turísticos.
Además, miles de obras pequeñas y medianas en todos los municipios del país. Se critica al Gobierno por el bajo gasto de capital respecto al gasto total. Pero esa es una falacia. Si tomamos los años comprendidos entre el 2015 al 2020, tendríamos el siguiente resultado entre el gasto de capital y gasto total: 14.1% en 2015; 13.6% en 1916; 15.3% en el 2017; 15.8% en el 2018 y; 13.8% en el 2020. O sea, en promedio en los cuatro años del pasado Gobierno, el gasto de capital sobre el gasto total fue de 14.4%. Una diferencia de dos décimas de punto respecto al 2021 y 2025. Pero contando las obras terminadas en los últimos cuatro años, están duplican las realizadas en los pasados cuatro años.
La pregunta es: ¿Cómo es posible?
La respuesta es simple. Prácticamente casi todas las obras que se ejecutaron en los 16 años de Gobierno del PLD fueron asignadas grado a grado. Eso explica porque su costo inicial estaba sobredimensionado y también porque se hacían tres y cuadro adendas que terminaban duplicando y veces triplicando el costo original de las obras. Y así sucedía con todo, porque los sobornos estaban a la orden del día.
Cálculos de organismos internacionales estimaron que en los años 2011/2012, en los países con mayor nivel de corrupción en el mundo, donde figuraba la Republica Dominicana, su alcance representaba entre el 1% y 1.2% del PIB (1% del PIB=40,000 millones en ese entonces).
Imaginemos que sucedería ahora con esa práctica corruptiva. El 1% del PIB actualmente es de 78,000 millones. Pero con la diferencia de que en este gobierno es difícil contratar una obra si un proceso abierto de licitación donde cualquier participante puede objetar los resultados si hay dudas sobre la transparencia del proceso. Igual sucede con las compras de bienes y servicios.
Eso explica en gran medida, porque le rinde más el dinero a Luis Abinader. Aun así, se necesita aumentar el gasto de capital por la creciente demanda de una población en aumento y esto solo es posible con una reforma fiscal.