MONS. RAMÓN BENITO DE LA ROSA Y CARPIO
Repitamos una y otra vez que la familia es la primera escuela donde aprendemos el valor de la empatía y el respeto por los demás. Por eso, nuestra insistencia en que debemos fortalecer la familia.
Hay una tendencia en muchas personas de creer que la escuela debe ocupar el lugar de la familia en cuanto a la educación. Y no es así. Dios, en su plan, ha querido que la primera escuela sea la familia. Por eso vemos que muchas cosas malas suceden en la vida, porque la primera escuela no funcionó. Y viceversa.
Hasta mañana, si Dios, usted y yo lo queremos.