PABLO MCKINNEYpablomckinney@gmail.com
Si “lo peor de la pasión es cuando pasa”, lo mejor de una dictadura es cuando muere. Dicho esto, hagamos lo necesario para evitar llamar el diablo que desde hace años viene rodando por las calles de la isla, como aquel jodido virus y su manto de muertes. Uno lo ha advertido mil veces, en mil bulevares y cien Palabras para Zol. Sin embargo, fue Carlos Fuentes, oráculo intelectual y literario de la América morena, quien antes de su despedida nos recordó el peligro de tan sempiterna injusticia al escribir: “La pobreza es la peor infamia de una sociedad». Lapidaria frase, que acompañó con otra no menos certera y lacerante: “Si no se paga la deuda social acumulada, a la América le llegará la nostalgia autoritaria». ¡Toma ya!
“Nostalgia autoritaria”, que en plan dominicano significa que cada fracaso de cada gobierno en institucionalizar la nación, en distribuir mejor las riquezas y disminuir la pobreza, es una incitación a la aparición de un coronel que se quiera casar, ya no con la gloria de un Abril de los nuestros, sino con el infierno de una dictadura “legalizada” o una democracia en caos que la simule. Los ejemplos sobran, ¡y democráticamente! que es lo que jode. Precisamente por eso, el desafío del actual gobierno del PRM es inmenso… queda todo por hacer, y el asunto es sencillo: Mientras más fallamos los dominicanos y fallen nuestros gobiernos en construir una democracia de justicia social, regímenes de consecuencia, cero impunidad, transparencia y oportunidades para todos, más crece la nostalgia autoritaria que no se alimenta de guardias y fusiles sino de indignación y promesas no cumplidas, burlas acumuladas. ¡Hagan memoria!
Muy mal lo hicieron los demócratas estadounidenses para que voto a voto Donald Trump llegara a la presidencia de ese país. Cuál es el tamaño del desastre, la magnitud de la indignación del pueblo argentino para haber elegido a la Presidencia a un señor que “oye voces”, habla diariamente con su perro muerto, Conan, asegura haber visto tres veces la resurrección de Cristo y considera que el Papa Francisco “es un zurdo asqueroso representante del diablo en la tierra”.
Al paso que vamos, en Dominicana las elecciones generales de 2024 podrían ser el último cuplé de una democracia en bandolera donde los programas de gobierno y las promesas de campaña son apenas una oda, un poema a lo que nunca ocurrirá. ¡Amén!