Monte Cristi tiene una historia de esplendor que atravesó el siglo XIX, se congeló en la primera mitad del Siglo XX… y entonces llegó el olvido.
Invitados por el presidente Abinader, un pequeño grupo de periodistas pudimos confirmar lo que está ocurriendo en esa provincia, donde en 1895 un apóstol invitó a un banilejo a comandar la liberación de Cuba, prometiéndole nada más “que la probable ingratitud de los hombres”.
Las conclusiones de lo que pasa en Monte Cristi son varias y podrían resumirse en un eslogan político “Yes, we can”, o en un verso de León Felipe, “porque lo que importa no es llegar solo ni pronto, sino con todos y a tiempo”. Y a tiempo está llegando a Monte Cristi el futuro mil veces postergado, gracias a una alianza entre un empresariado que está para generar empleos y generar riquezas, y el gobierno que está para brindar las condiciones necesarias para tal cosa… y distribuirlas. Como en diciembre 2022, asistimos a la inauguración de varias obras gubernamentales y al inicio de la construcción de otras a cargo de empresas privadas, hemos sido testigos de lo que puede la voluntad política si además se asocia a la voluntad empresarial “con un par”. En aquella ocasión presenciamos el acto inicio de los trabajos de construcción de la termoeléctrica Manzanillo Power Land (414 MW). Exactamente nueve meses y dos días después disfrutamos de su inauguración, lo que a uno le retornó a Martí: “La mejor forma de decir es hacer”.
Un dato puede servir para mostrar lo que ocurre en Monte Cristi. Para 2016, según proyecciones del censo de 2010, la tasa de ocupación era apenas de 37.6%. A la fecha, en Manzanillo existe pleno empleo, mientras se inaugura el segundo hotel en un año, y se inicia la ampliación y modernización del puerto de Manzanillo que revolucionará desde el transporte de carga hasta el turismo, e impactará la economía de toda la región.
Monte Cristi es la tacita de porcelana que mostrará al resto del país las bondades de la alianza entre empresarios y gobierno, en un modelo que incluye la aplicación de la torpedeada Ley de Desarrollo Fronterizo, ¡Dios la cuide y Abinader la ampare!
Monte Cristi es el escaparate que mostrará las bondades de un sistema que funciona cuando cada quien está en su lugar. Aprendamos del Martín Fierro: “Cada lechón en su teta es el modo de mamar”.