El juez presidente de la Suprema Corte de Justicia (SCJ), Henry Molina, dijo que la justicia dominicana está inmersa en un proceso de transformación profundo que busca la protección del Estado de Derecho y “garantiza una justicia al día, que respete y promueva la dignidad de las personas”.
Molina advirtió que el sistema judicial del país enfrenta deudas históricas y debilidades reales.
“Estos casos internacionales nos recuerdan los graves riesgos que enfrentan los sistemas judiciales cuando no se abordan los problemas históricos que los aquejan”, indicó.
Molina explicó que el proceso de transformación que atraviesa la justicia dominicana tiene como objetivo principal garantizar un sistema judicial eficiente y respetuoso de la dignidad humana.
“La justicia dominicana está inmersa en un proceso de transformación profunda que busca garantizar una justicia al día, que respete y promueva la dignidad de las personas”, afirmó.
Destacó que esta transformación busca asegurar que los jueces actúen bajo las normas del Derecho y no bajo presiones externas, respetando la jerarquía normativa donde la Constitución y las leyes prevalecen sobre disposiciones menores.
Molina subrayó la importancia de la independencia judicial, afirmando que “una justicia eficiente es esencial para el desarrollo institucional y para asegurar que los derechos de las personas sean protegidos”.
Según él, esta independencia no solo fortalece el sistema judicial, sino que también es crucial para atraer inversiones y mejorar la competitividad del país.
“Es un pilar clave para el funcionamiento de la República”, agregó.
En cuanto a los desafíos enfrentados, Molina mencionó que el camino hacia una justicia al día ha presentado varias dificultades, aunque también se han logrado avances significativos. Un ejemplo de estos avances es el aumento de la confianza pública en el sistema de justicia dominicano, reflejado en el Índice de Estado de Derecho del World Justice Project.
“El país ha subido año tras año, aumentando ocho posiciones en el ranking global; mientras gran parte de los países de la región descienden”, señaló el magistrado.
Molina también hizo hincapié en el valor que aporta la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña al sistema judicial, destacando que “31 egresados del programa de formación de aspirantes a jueces y juezas son de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña”.
Manifestó que la justicia debe ser eficiente y transparente para mantener su legitimidad, por lo que desde el Poder Judicial se esfuerzan en crear una justicia cercana, eficiente y en diálogo con la ciudadanía, pues solo así puede cumplir con su misión esencial de poner en el centro la dignidad humana y proteger los derechos.