Hemos avanzado parcialmente en los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), sin embargo, con cierta desazón, reconocemos que, en algunos, hemos retrocedido e incluso nos vislumbramos lejos de la conquista de las metas y logros trazados para el 2030. Es necesario, por tanto, marcarlos, a pesar de los años transcurridos, como una “tarea pendiente”.
Francisco, en su papado, cercano al pueblo y tocando las llagas del mundo con su dedo colocado en cada rincón de las ciudades modernas y las periferias, en sus intervenciones, presenta a esta sociedad del siglo XXI unos retos, sobre las cuales no podemos mostrar indiferencia y que laceran la dignidad de todo ser humano. Si queremos avanzar no solo en tecnología y finanzas estables, sino también en fraternidad, paz y desarrollo integral, necesitamos plantearnos, sin tapujos, temas con propuestas de consenso y soluciones comunes, en procura del bienestar de la humanidad, desafiada por un porvenir cada vez más incierto.
Hurgando en documentos, homilías y discursos del Papa Francisco y en la recepción de su Doctrina Social de la Iglesia, he seleccionado los 10 temas más urgentes y que preocupan al Papa, presentes en los ODS, en los que la población mundial necesita ver más avances y que han de ser asumidos, con responsabilidad y compromiso, por los tomadores de decisiones, sin importar raza, religión ni ideología.
Pobreza (ODS 1): Es una de las grandes heridas, de todos los tiempos, de la humanidad. “No podemos quedarnos indiferentes ante la pobreza extrema; debemos tomar medidas concretas para aliviarla y promover la justicia social” (Papa Francisco, 2022).
Hambre (ODS 2): La seguridad alimentaria, las agriculturas sostenibles y la promoción de alimentos nutritivos deben ser claves para el mundo hoy. “La lucha contra el hambre y la malnutrición es obstaculizada por las prioridades del mercado y la primacía del lucro, que han reducido los alimentos a una mercancía como cualquier otra, sujeta a especulación, también de carácter financiero. Los hambrientos permanecen en la esquina, y piden ser reconocidos como ciudadanos, para recibir una dieta saludable. ¡Pedimos dignidad, no caridad!” (2021).
Salud (ODS 3): Cerrar la brecha en los servicios de salud. “La salud no es un lujo. Un mundo que descarta a los enfermos, que no asiste a quienes no pueden permitirse un tratamiento, es cínico y no tiene futuro” (2023).
Educación (ODS 4): La educación, como sinónimo de desarrollo, ha de ser inclusiva y equitativa. “La educación es un acto de amor, y debe ser accesible a todos, sin excluir a nadie” (2015).
Equidad (ODS 5): Promover la equidad en la humanidad, especialmente con la mujer. “La contribución de las mujeres es más necesaria que nunca. En un mundo lleno de odio, violencia y conflictos ideológicos, las mujeres, con su ternura y compasión, pueden ayudar a fomentar la unidad y restaurar la verdadera identidad de la humanidad” (2024).
Agua (ODS 6): El acceso a agua limpia y saneamiento son derechos inalienables y condición indispensable de vida para todo ser viviente. “El acceso a agua potable y saneamiento es un derecho básico y universal. Es necesario garantizar el acceso a agua potable y saneamiento para todos, para que puedan llevar una vida digna” (2021).
Energía (ODS 7): Promover el uso de energías renovables y sostenibles. “No es correcto satisfacer esa ‘sed’ con la contaminación del aire que respiramos, con la escasez de agua potable, con la pobreza y la exclusión social de otros” (2015).
Trabajo (ODS 8): Promover el empleo digno y el crecimiento económico inclusivo. “Es urgente reformar la economía y proteger a todos los trabajadores. Durante esta crisis persistente, debemos continuar ejerciendo ‘una atención especial’ por el bien común” (2021).
Desigualdades (ODS 10): Empeñarse en reducir las desigualdades sociales y económicas. “El verdadero desarrollo es el que se basa en la dignidad de la persona y en la promoción de la justicia social, que es la única forma de construir una paz duradera” (2020).
Clima (ODS 13): Combatir el cambio climático y sus efectos. “No podemos seguir ignorando la gravedad de la crisis climática. Es urgente tomar medidas concretas para proteger nuestro hogar común y garantizar un futuro sostenible para las próximas generaciones” (2023).
Los desafíos son muchos. La solución está en las manos de cada gobernante, de cada empresa, de cada persona de buena voluntad, de cada esfuerzo sin egoísmo. Las buenas prácticas nos invitan a trillar un nuevo camino.