Dajabón,
En Dajabón, los moradores de diversos sectores han manifestado su preocupación ante la creciente problemática de las aguas residuales que circulan libremente por las calles, generando un grave riesgo sanitario y ambiental. La situación es especialmente alarmante en la calle Dulce de Jesús Senfleur, vía que conecta con el sector Hermanas Mirabal, conocido anteriormente como “La Manicera”.
Según denuncian los residentes, durante las lluvias, algunas personas aprovechan para verter sus desechos fecales en aceras y contenes, lo que ha provocado un alto nivel de contaminación. Esta práctica irresponsable no solo afecta la imagen urbana, sino que también pone en riesgo la salud de los habitantes, especialmente de los niños y personas mayores.
“Cuando llueve, hay quienes aprovechan para lanzar sus necesidades en plena vía pública. Esto es un acto insensato que nos expone a enfermedades y a un ambiente insoportable”, expresó un residente visiblemente molesto.
La acumulación de aguas contaminadas ha generado malos olores, proliferación de mosquitos y plagas, además de la obstrucción de drenajes. Los vecinos aseguran que esta problemática se ha intensificado debido a la falta de mantenimiento del sistema de alcantarillado y a la ausencia de sanciones para quienes vierten desechos en las calles.
En respuesta a la situación, los afectados han comenzado a organizarse para exigir soluciones inmediatas a las autoridades municipales. Solicitan limpieza de drenajes, implementación de campañas de concienciación ciudadana y sanciones más severas para quienes contaminen deliberadamente el entorno.
“Esto no puede seguir así. No podemos aceptar que nuestra salud y calidad de vida se vean afectadas por la irresponsabilidad de algunos. Las autoridades deben intervenir de inmediato”, agregó un líder comunitario.
Mientras tanto, los moradores continúan a la espera de respuestas efectivas por parte del ayuntamiento y otras instituciones competentes, con la esperanza de recuperar la salubridad de sus calles y preservar el bienestar colectivo.
Por: Yameirys Acevedo.