El economista Luis Manuel Piantini considera que el 1% de impuesto especial sobre transferencia de remesas enviadas por migrantes desde Estados Unidos, según el proyecto “Una gran y hermosa ley”, aprobado en el senado de Estados Unidos, debería ser asumido por las empresas locales de envíos, con un tope, como una forma de no afectar esos fondos que representan el 10% del producto interno bruto dominicano (PIB), tomando en cuenta que oscilan entre US$10,000 y US$11,000 millones anuales.
Para el economista ese impuesto será un precedente, que difícilmente sea eliminado luego de ser aplicado. El primer borrador del proyecto fue de un impuesto de 5% y se bajó al 3.5% y ahora a un 1%.
A su entender, no cree que el 1% vaya a generar problemas en cuanto monto de los envíos, y lo considera “insignificante”, comparado con el costo de los envíos en el país, por lo que pudiera ser asumido por las empresas locales con una rebaja del 10% al 9% o del 5% al 4%, con un tope.
“Pero bueno, creo que ha sido un triunfo el haber reducido de un 5% al 1%. Ya eso de por sí es un gran triunfo, un gran logro. Y después hay que ver la forma de compensarlo. Los gobiernos tienen que ver la forma de cómo reducir y compensar el costo que aplican las remesadoras”, indica. Este martes, el Senado de Estados Unidos aprobó la aplicación de un impuesto de 1% sobre las remesas desde Estados Unidos. La medida excluye del impuesto el envío de los ciudadanos estadounidenses, si lo hacen desde una entidad bancaria estadounidense o mediante tarjetas de débito y crédito emitidas en EE.UU.
El proyecto va ahora a la Cámara de Representantes para su posterior promulgación, prevista por el Ejecutivo para este 4 de julio.
El impuesto es parte del proyecto de ley Una Gran y Hermosa Ley ( One Big Beautiful Bill), y según una publicación de Telemundo “solo se aplicará a remesas enviadas mediante efectivo, giros postales o cheques de caja”, dejando fuera las transacciones electrónicas.
Impacto
El economista Nassim Alemany cree que todavía es muy temprano para estimar el impacto del incremento del 1% sobre las remesas. Dice que hay varias rutas que podrían tomar aquellos que envían remesas desde los Estados Unidos hacia este país, que recibe ocho de cada 10 dólares, equivalente a casi US$9,000 millones en el 2024.
El mejor escenario sería que quien envía remesas aumente el monto del envío para compensar el costo del 1% adicional, pero ese escenario es poco probable que suceda. “Otro escenario es que el monto total se reduzca en un 1%, absorbiendo el costo del impuesto nuevo. Ese 1% menos representaría casi US$100 millones de dólares menos”, afirma.
En el caso de escenarios intermedios, se podrían mezclar una caída en el volumen formal y generar alternativas informales en el envío, tratando de evitar el cobro del 1% nuevo.
Los estudios más recientes que se han hecho sobre el impacto de los costos sobre el volumen de las remesas muestran resultados bastante amplios, algunos sugieren que por cada aumento de 1% en el costo, el volumen enviado cae solamente 0.2%, otros lo estiman en 1.6%, explicó Alemany.
El “Center for Global Development” estima que para RD la caída anual en remesas podría ser de unos US$234 millones.
Para el decano de la Escuela de Economía de la UASD, Antonio Ciriaco Cruz, el impacto del 1% a las remesas, aprobado en el senado de los EE.UU. será marginal en el país, considerando que la aplicación del impuesto es para aquellos inmigrantes que estén en condiciones de indocumentados.
“Si hay alrededor de 236,000 dominicanos indocumentados y los envíos promedio mensual son de US$254.6, su impacto sería de aproximadamente de US$100 millones anuales. Obviamente, en el país alrededor de 400,000 hogares dominicanos, que representan el 11.8% de todos los hogares en el país, reciben remesas. Estas remesas juegan un papel crucial en la economía dominicana, representando alrededor del 26% de los ingresos totales de los hogares que las reciben”, dijo.
Sepa más
De acuerdo con una publicación de Telemundo, el proyecto de ley “contempla excepciones para ciudadanos y nacionales de Estados Unidos”. Y, en esos casos, el impuesto no se aplicará si las remesas se realizan mediante un “proveedor calificado de transferencias de remesas”, que ha suscrito un acuerdo con el Departamento del Tesoro para verificar el estatus del remitente.
Señala que el impuesto deberá ser cobrado a quien envía por el proveedor del servicio de remesas, quien será responsable de remitir el monto recaudado al Departamento del Tesoro de forma trimestral. Si el impuesto no sea recaudado en el momento del envío, el proveedor será considerado responsable secundario del pago.
Añade que también establece un crédito fiscal para ciudadanos y nacionales de Estados Unidos, equivalente al monto del impuesto pagado por concepto de remesas durante el año fiscal y que para reclamar ese crédito los contribuyentes deberán presentar su número de seguro social y demostrar que el impuesto fue pagado.
Además, los proveedores de remesas estarán obligados a presentar reportes periódicos al Servicio de Impuestos Internos (IRS) con información detallada sobre las transferencias realizadas, los impuestos cobrados y los remitentes que hayan declarado intención de reclamar el crédito fiscal.