Estados Unidos anunció este viernes del despliegue de un portaaviones y su flotilla acompañante para “contrarrestar el narcoterrorismo” en América Latina, en una decisión que aumenta de manera considerable la tensión en la región.
Estados Unidos movilizó en agosto destructores, un submarino y barcos con fuerzas especiales en aguas internacionales del Caribe, con el supuesto propósito de combatir el tráfico de drogas.
Aunque ha habido regularmente presencia de portaaviones para ejercicios de entrenamiento con fuerzas de países vecinos, es la primera vez que Estados Unidos despliega una fuerza de esta magnitud en América Latina contra el narcotráfico.
El despliegue del grupo de ataque del portaaviones USS Gerald R. Ford se produce “en apoyo a la directiva del presidente de desmantelar las Organizaciones Criminales Transnacionales (TCOs) y contrarrestar el narcoterrorismo en defensa de la Patria”, dijo el portavoz del Pentágono, Sean Parnell, en la red X.
Horas antes de este anuncio el secretario de Guerra, Pete Hegseth, informó vía X el décimo ataque contra una presunta narcolancha, con un balance de seis muertos.
Al menos 43 personas han muerto en el Caribe y en el Pacífico desde que Estados Unidos inició su actual campaña sin precedentes de ataques letales en la región, el 2 de septiembre.
La embarcación destruida en la noche del jueves al viernes operaba para el cártel Tren de Aragua, aseguró el secretario de Defensa en X.
“Nuestros servicios de inteligencia sabían que la embarcación estaba involucrada en el contrabando de narcóticos”, agregó. El ataque tuvo lugar en “aguas internacionales”.
Este fue el primer ataque nocturno en la zona, explicó Hegseth, que acompañó su mensaje con un video.
El jefe del Pentágono advirtió que Estados Unidos tratará a los “narcoterroristas” como ha tratado a la organización terrorista “Al Qaeda” de Osama bin Laden.
“Gringos go home”
Estados Unidos está cometiendo “ejecuciones extrajudiciales”, considera el presidente colombiano, Gustavo Petro, que mantiene un pulso particular con el inquilino de la Casa Blanca, Donald Trump.
Petro y su ministro de Interior, Armando Benedetti, fueron sancionados este viernes por la Oficina de Control de Bienes Extranjeros estadounidense. Cualquier bien en Estados Unidos que tengan Petro (así como su esposa y uno de sus hijos) y Benedetti, al igual que cualquier medio de pago internacional con sede en Estados Unidos, quedan bloqueados.
“Luchar contra el narcotráfico durante décadas y con eficacia me trae esta medida del gobierno de la sociedad que tanto ayudamos para detener sus consumos de cocaína”, escribió Petro en X.
“Gringos go home”, respondió por su parte Benedetti.
El presidente republicano avisó al inicio de su actual mandato que estaba dispuesto a utilizar todo el potencial militar estadounidense para acabar con las rutas del narcotráfico y con los cárteles.
Para ello declaró a los cárteles como el de Sinaloa o Tren de Aragua “organizaciones terroristas”, mediante decreto presidencial.
Ello permitiría a Washington, según el gobierno, utilizar las mismas herramientas que usó durante dos décadas en todo el mundo tras los ataques del 11 de septiembre de 2001 de Al Qaeda.
Estados Unidos está en “conflicto armado” con los cárteles de la droga, explicó Trump en una carta enviada al Congreso.
Trump asegura que el tráfico marítimo de droga prácticamente ha sido erradicado. Sin embargo, el ritmo de los ataques con misiles contra las embarcaciones se ha incrementado.
Al mismo tiempo, el presidente evoca de manera creciente que está dispuesto a emprenderla contra los intereses “narcoterroristas” en tierra firme, sin aclarar dónde.
El jueves, Washington anunció junto a Trinidad y Tobago ejercicios militares conjuntos frente a las costas de Venezuela con el buque de guerra USS Gravely.
El gobierno de Trinidad y Tobago dice que brinda “categóricamente su claro apoyo a la intervención militar en curso”.
Brasil: “Incendiar” América del Sur
Una intervención de Estados Unidos para deponer al presidente venezolano Nicolás Maduro “puede incendiar América del Sur” y Brasil no lo aceptará, advirtió en entrevista con la AFP el asesor especial del presidente Luiz Inacio Lula da Silva, Celso Amorim.
Amorim, que fue canciller de Lula en sus primeros dos gobiernos (2003-2010), expresó preocupación por los ataques estadounidenses sin “ninguna prueba” contra embarcaciones de supuestos narcotraficantes en el Caribe, cerca de las costas venezolanas, lo que calificó como una “amenaza de intervención externa”.
El asunto, según el veterano diplomático, puede estar en la agenda de una reunión todavía a confirmar entre Lula y el presidente estadounidense, Donald Trump, el domingo en Malasia, al margen de la cumbre regional de la Asean. Las relaciones entre Trump y Lula se tensaron luego de que el republicano impusiera aranceles punitivos al gigante suramericano por el juicio al expresidente Jair Bolsonaro, condenado a 27 años de cárcel por golpismo.
Movilizan tropas
Venezuela ha movilizado tropas y milicias ante la amenaza estadounidense.
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, acusado por el gobierno estadounidense y encausado oficialmente ante un tribunal en Nueva York por supuestamente encabezar el denominado cártel de los Soles, sostiene que la verdadera intención de Washington es promover un cambio de régimen en su país.
Trump llegó a confirmar que la CIA podría llevar a cabo operaciones encubiertas dentro de Venezuela.