Héctor Valdez Albizu, de acuerdo a un artículo de semblanza que escribí hace pocos años, lo veía cual espécimen humano raro. Ahora, tras gobernar el Banco Central por encargo de cuatro presidentes de diferentes ideologías, se le ve simplemente, como un hombre extraordinario. No ditirambo.
Valdez Albizu ha sido el gobernador más longevo en la institución. Se inició en la carrera del Banco Central en 1970, en el Departamento de Estudios Económicos con el cargo de auxiliar-técnico de tercera clase. Desde ese empleo ascendió hasta ser nombrado como gobernador en 1994, por el presidente Balaguer.
Los siguientes presidentes, Leonel Fernández, Danilo Medina y Luis Abinader lo ratificaron o nombraron en el puesto lo que hace su ejercicio en la Gobernación de 29 años, y sobre 50 como empleado de la institución, por lo que recibió este año, junto a un grupo de colaboradores que cumplieron entre 5 y 40 años una bandeja de plata.
Algunos de los reconocidos por antigüedad en el servicio fueron Manuel Gómez Copello, con 40 años de labores; la consultora jurídica Olga Morel, la directora del plan ARS de Salud, Ingrid Josefina González y la directora del Comité de Políticas para la Realización de Activos (COPRA), Nancy María Cury, las tres con 35 años de servicios.
La obra de Valdez Albizu se refiere a la defensa que ha hecho del Banco Central, para imponer que se cumpla la ley que lo creó y la del peso dominicano. Ha protegido la inversión extranjera y el turismo, que se han convertido sobre todo tras la pandemia del COVID-19, en el factor crucial para el crecimiento económico.
Hombre extraordinario
Se dice que Valdez Albizu es un hombre extraordinario porque a través de sus largos años como gobernador ha protegido al Banco Central de los escándalos que de manera periódica azotan al estado dominicano, lo que demuestra que muchas personalidades públicas van a los puestos animadas más que por el servicio, por la codicia.
Un estadista disciplinado y frugal no da espacio para lo mal hecho, la francachela y la molicie. Quizás la conducta del hombre público ha influido en la banca en general que, excepto por las quiebras ocurridas años atrás cuando él no dirigía la institución, han constreñido su quehacer y respetado las normas de prudencia.
Durante años el gobernador ha sido reconocido por el Fondo Monetario Internacional, FMI y el Banco Mundial, BM, debido al manejo escrupuloso de la economía, dando favor al crecimiento económico que esas instituciones siempre han respaldado. Personalmente ha señalado su resiliencia económica como un factor para ver cómo anda la República.
La preocupación del gobernador Valdez Albizu ha sido muy grande en la preparación de los funcionarios en esos organismos internacionales, en el Banco Interamericano de Desarrollo, BID, en el país con empleados, funcionarios y periodistas que reciben anualmente cursos de especialización para el manejo de la fuente económica. Actualmente ya promocionan el concurso para preparar economistas empíricos, que son estudiantes de cualquier sector que aplique, una cantera para las instituciones financieras.
Al pronunciar en octubre pasado el discurso de orden en la conmemoración del 78 aniversario de la institución, el gobernador Valdez Albizu pasó revista al comportamiento de la economía durante el 2025, de sus previsiones para finales de año y las proyecciones para el futuro, que anticipa en un crecimiento de 2.5% en el cursante y entre 4% y 5% para el 2026.
En cuanto a generación de divisas, el gobernador pronosticó que “la economía dominicana alcanzaría un monto alrededor de US$46,000 millones, provenientes principalmente de exportaciones por unos US$14,900 millones, ingresos por turismo por US$11,200 millones y remesas por unos US$11,700 millones. Adicionalmente, la inversión extranjera directa (IED) superaría por cuarto año consecutivo los US$ 4 mil millones, alcanzando en 2025 más de US$4,800 millones, suficiente para cubrir un déficit de cuenta corriente que se ubica en 2.5% del PIB”.
“Página Abierta”, por ejemplo, es una vía de instrucción y análisis económico que se publica periódicamente y que mide mediante sus análisis el crecimiento de la economía sostenida en la captación de la inversión extranjera, que permite mediante discusión y gráficas, el mejor conocimiento de las inversiones por países vinculados a RD.
Conocí a Héctor Valdez Albizu cuando la gallada de la capital ingresó al año lectivo de 1960-1961, en el liceo Juan Pablo, entonces, Presidente Trujillo. Allí pude apreciar, pese a la juventud, su hombría de bien en ciernes, su decencia, aplomo, su favor por las causas justas y su formación del hogar de Héctor Manuel Valdez, médico y Ana Rita Albizu, sus progenitores.
Tras la caída de la dictadura el grupo se dispersó por todo el país, ya que La Normal era el único liceo para varones de la capital. Su familia lo inscribió en el colegio Evangélico Central y muchos otros volvimos al liceo cuando las aguas se calmaron. En la Universidad Autónoma de Santo Domingo, UASD, nos veíamos siempre. Él estudiaba economía y yo periodismo. Aunque no lo he visto en los últimos dos años, la amistad, raro en el medio dominicano, pervive sin dobleces.