La Junta de Regentes del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC) juramentó al ingeniero Arturo Del Villar como rector de la universidad para un periodo de tres años (2025-2028), convirtiéndolo en el primer egresado de grado de la universidad, y en la décima persona en ocupar la posición en los 53 años de historia de esta alta casa de estudios.
El ingeniero Del Villar sustituye al doctor Julio Sánchez Maríñez, quien falleció en mayo de 2025 por problemas de salud mientras agotaba su segundo período de mandato. La selección del nuevo rector fue anunciada a inicios de noviembre, y se produjo tras un riguroso proceso de evaluación de candidaturas, en congruencia con el reglamento institucional de la universidad.
Ceremonia de juramentación
El acto estuvo presidido por la maestra Rosalina Perdomo, presidenta de la Junta de Regentes del INTEC.
En sus palabras introductorias, la presidenta de la Junta de Regentes señaló que la elección de Del Villar se corresponde con que la universidad “confía en su liderazgo, en su visión y en su integridad”.
Expresó la importancia del acto como una transición al desarrollo de la universidad, tanto para el estudiantado como para el profesorado y la gestión administrativa.
“Hoy es un día de regocijo y de mucho significado para nuestra comunidad inteciana. Con profundo sentido de responsabilidad y renovada esperanza, damos la bienvenida al nuevo rector del Instituto Tecnológico de Santo Domingo, el ingeniero Arturo Del Villar. Este acto no solo marca el inicio de una gestión, sino también el compromiso colectivo de seguir elevando a INTEC hacia nuevos sitiales de excelencia, innovación, servicio al país y al planeta”, dijo la maestra.
Dirigió unas palabras al nuevo dirigente Arturo del Villar, donde reconoció su liderazgo y entrega con la institución académica que confía en su dirección por su historia con la universidad, donde primero fue estudiante de ingeniería y siguió construyendo su carrera académica hasta llegar al rectorado.
“Estimadísimo Rector Arturo: al asumir esta alta responsabilidad, lo hace en nombre de una institución que confía en su liderazgo, en su visión y en su integridad. Como egresado de Intec de la carrera de Ingeniería Industrial, usted conoce de procesos para lograr las metas delineadas en la estrategia institucional. Como profesor y exdecano del área de las ingenierías, ha experimentado los sueños y necesidades de los estudiantes para recorrer los diferentes senderos de su formación, así como los retos y aspiraciones de los docentes”, comunicó la maestra Perdomo.
Llamó al maestro Del Villar y le juramentó pidiéndole levantar la mano derecha y preguntándole su disponibilidad para el compromiso que le precede. El señor Arturo del Villar dijo: «Acepto cada una de las líneas en la juramentación», y le colocaron un cinto burdeos alrededor del cuello en simbolismo de su nuevo cargo como rector.
Discurso del rector Arturo Del Villar
El rector Arturo del Villar se dirigió a los presentes en un discurso donde agradeció y planteó los siguientes pasos de INTEC.
Comenzó con unas palabras de agradecimiento a los directivos universitarios y a su compañera de vida, Alexandra, y su familia.
“Honorable Presidenta y miembros de la Junta de Regentes, custodios de nuestra misión. Estimadas autoridades gubernamentales y líderes del sector productivo:
Alexandra, mi esposa y compañera de vida. Gracias por ser el puerto seguro donde siempre puedo regresar, sin importar cuán fuerte sea la tormenta. Este logro no es mío, es nuestro, construido a base de tu paciencia, tu amor y tu apoyo incondicional en cada paso de esta travesía. Mis hermanos Luis Emilio y Manuel, a mis compañeros de La Salle y a todos mis amigos aquí presentes”, dijo el rector.
Habló de su recorrido académico, que inició con su licenciatura en ingeniería dentro de INTEC y continúa desde el rectorado de la misma universidad.
“Hoy no solo asumo un cargo; asumo una historia. Mi recorrido hacia este podio no comenzó con la firma de una candidatura. Comenzó ahí fuera, en nuestras aulas, cuando apenas era un estudiante de ingeniería con un bulto cargado de libros y la cabeza llena de dudas. Continuó cuando regresé como docente, descubriendo esa verdad universal: que enseñar es la forma más elevada de aprender. Y se forjó en el fuego del día a día desde el Decanato de Ingenierías, y luego desde la Vicerrectoría Académica, donde comprendí que la excelencia no es un acto aislado, sino un hábito colectivo”, expresó Del Villar.
Describió el cargo como un deber de mantener la universidad como una forja de grandes profesionales en diversos campos de estudio.
“Por eso, acepto este cargo no como un mero honor, sino como un solemne deber, una llamada a entrar en esa arena. Pues, una universidad, una gran universidad como esta, no es un santuario para los tímidos. ¡No! Una universidad es una forja. Es aquí donde forjamos el carácter de una nación”.
Dijo que este profundo cambio va acompañado no solo de palabras, sino de reformas para guiar a la alta casa de estudios en crecimientos tecnológicos en pos de las necesidades de los estudiantes y el profesorado.