Barcelona jugará en otro estadio hasta por un año cuando el club inicie la modernización del Camp Nou, anunció su presidente Joan Laporta el viernes.
Laporta indicó que quiere iniciar la reforma demorada del Camp Nou a mediados de 2022. Las obras tomarán entre tres y cuatro años, pero el conjunto catalán solo jugará en otro estadio durante 12 meses, como máximo.
“Estamos contemplando diferentes posibilidades, pero la que tiene más fuerza es el Estadi Johan Cruyff”, dijo Laporta a la radio catalana Rac1 el viernes. “El Nou Camp Nou estará acabado en 3 o 4 años y tendrá 110.000 espectadores”,
El Johan Cruyff es la sede del equipo femenil y forma parte del complejo de entrenamiento del club en las afueras de Barcelona.
Con una capacidad para apenas 6.000 espectadores, Laporta subrayó que el club quiere elevarla a 50.000 si el equipo masculino juega allí.
Otra opción, dijo Laporta, sería usar el estadio municipal Montjuic, escenario de las ceremonias de apertura de los Juegos Olímpicos de 1992 y sede del club Espanyol, el rival local del Barça, durante varios años.
Camp Nou, con 99.000 localidades, es el estadio de fútbol más grande de Europa. El club quiere elevar el aforo a 110.000, a la vez que reacondicionar el área circundante, que incluye un pabellón para otros deportes, el museo y tiendas.
Para financiar la operación, el Barcelona está negociando un préstamo de 1,500 millones de euros (1.740 millones de dólares) con el banco de inversiones Goldman Sachs. El plan está sujeto a la aprobación de los socios del club.
Goldman Sachs estuvo muy involucrado en el financiamiento del nuevo estadio del club inglés Tottenham.
Laporta heredó un club al borde de la quiebra cuando ganó las elecciones en marzo. Lo había dirigido ya de 2003 a 2010.
El nuevo estadio “es fundamental para la viabilidad del club y el presente inmediato y futuro del Barça, dijo Laporta. “El impacto que tendrá para el Barça es capital para poder competir con nuestros competidores, que ya han hecho esta labor”.
Real Madrid aprovechó el cierre forzado por la pandemia de coronavirus el año pasado, cuando los aficionados no podían acudir a ver partidos, para modernizar su estadio Santiago Bernabéu.
El plan de Barcelona de modernizar el Camp Nou ha sufrido varias demoras en los últimos 10 años.