Desde hace años el mundo ha venido transformándose, pero esos cambios que se pensaban ocurrirían en el largo plazo se tuvieron que implementar con rapidez tras el surgimiento de la pandemia del coronavirus.
Mundialmente, mientras los niños tuvieron que adaptarse a las clases virtuales, las empresas crearon un modelo de trabajo funcional al que reaccionaron muy bien los trabajadores, pero la cadena de producción se vio afectada.
El 2021 fue un año de retos para compañías e importadores, que han tenido que enfrentar las alzas de los fletes, la inflación de las materias primas y el retraso de los contenedores con las mercancías, factores que siguen impactando a todos los países y República Dominicana no ha sido la excepción.
Este año los importadores dominicanos mostraron en varias ocasiones su preocupación por el retraso de contenedores en materias primas como la soya, el trigo, los aceites comestibles, los materiales eléctricos para redes, los neumáticos, lubricantes de motor, el plástico, algunos alimentos y las etiquetas de productos, los cuales en su mayoría provenían de Asia, sobre todo de China.
Aparte de tener que adaptar un nuevo modelo de trabajo, este retraso obligó a los importadores a buscar alternativas poco tradicionales y comenzar a importar desde otros mercados.
Sin embargo, ¿estamos frente a cambios momentáneos o a partir de la actual crisis veremos una nueva realidad de forma permanente? Para el presidente de la Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD), Celso Juan Marranzini, el mundo está frente a tendencias que simplemente se han acelerado.
Sin embargo, el representante de los industriales admite que esta es una nueva normalidad porque la que se conocía antes de la pandemia ya no es posible. Las empresas del 2022 ya no serán las mismas de inicios del 2020.
“El mundo y el país dejaron de ser lo que eran, pero la crisis que vivimos ha estado llena de oportunidades”, resalta Marranzini.
Estas tendencias a las que se refiere el titular de la AIRD se aceleraron, mientras que otras surgieron o se fortalecieron, como el teletrabajo y sus implicaciones, el comercio electrónico, la importancia de la logística y de los fletes marítimos, las comunicaciones y el trabajo colaborativo entre el sector público y privado.
¿Qué pasó?
Marranzini atribuye todas estas situaciones en las transformaciones laborales y de logística a que además de que la cadena de suministros se ha visto afectada por la pandemia que impulsó un “cuello de botella” en la producción de algunos insumos, a la vez se comenzaron a reflejar las consecuencias de la guerra comercial llevada a cabo entre China y Estados Unidos y el descenso en el ritmo de crecimiento de la economía china y su posterior recuperación.
En tanto, las empresas se vieron sometidas a las medidas tomadas por los gobiernos para preservar la salud pública, buscando mantener un equilibrio difícil entre sostenibilidad económica y salud, puntualiza el industrial.
Estas son las razones que Marranzini explica que impactaron el comercio marítimo internacional generando incrementos en los costos de transporte en las principales rutas, así como congestionamientos en puertos claves, desbalance en el flujo de contenedores, escasez y aumentos en tarifas de transporte terrestre, entre otros efectos negativos que incidieron sobre los costos de los insumos para la producción local.
Teletrabajo y productividad
El presidente de la Asociación Nacional de Empresas e Industrias Herrera (ANEIH), quien conoce la realidad por la que atravesaron en este año los pequeños y medianos importadores dominicanos, argumenta que la pandemia redefinió la forma en la cual operan las empresas porque tuvieron que optimizar más sus escasos recursos.
Noel Ureña agrega el factor de la productividad como una oportunidad que impulsó el cambio en los modelos de trabajo, pues los empleados se han visto beneficiados debido a que pueden aprovechar mejor el tiempo y no pierden horas en trasladarse a sus lugares de trabajo, una nueva realidad que para él es permanente.
El empresario añade que aquellas empresas cuya naturaleza permite aplicar el teletrabajo, han tenido resultados de productividad “extraordinarios”, alcanzando incluso niveles superiores a la época prepandemia.
Por esta razón, Ureña no atribuye la situación del comercio mundial y el retraso de los contenedores al teletrabajo, sino a la reducción de personal, al cierre de ciertas empresas y a la interrupción de la dinámica económica de los países.
Aunque, aclara que en el caso de las empresas importadoras y exportadoras el trabajo presencial es requerido, pues no es posible dar entrada, revisar y dar salida a los contenedores en los muelles de forma virtual, ni tampoco manejar las grúas desde un computador en casa, factor que afecta a las compañías de servicios como talleres, hoteles, hospitales, estéticas, transporte y constructoras.
Aceleración
Opinión del experto
ANTONIO CIRIACO
Economista
El vicedecano de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) opinó que el teletrabajo se ha acelerado con la pandemia y esto ha significado un cambio en el modelo de producción tradicional de las empresas.
Antonio Ciriaco Cruz sustentó que también se ha generado una reducción de algunos costos en que incurrían las empresas en condiciones normales, como costos de energía, uso del internet y otros, pero el retraso de los contenedores es mucho más complejo porque depende de los procesos logísticos en los puertos.
No obstante, para el economista, mucho antes de la pandemia se estaba desarrollando la Cadena Global de Valores o Suministros 4.0, que hace referencia a la reorganización de las cadenas de suministros en el ámbito del diseño y planificación, de la producción, distribución, consumo y logística inversa, utilizando tecnologías de la industria 4.0.
Estas características implican no solo el despliegue de herramientas tecnológicas muy actuales tales como el internet de las cosas, análisis de big data, robótica, entre otras, sino también, de transformar el modelo de gestión de la cadena de suministro desde un modelo lineal a uno más integrado en el que la información fluye de manera omnidireccional hacia la cadena de suministro.