La acusación de una «autoproclamación» presidencial contra la exmandataria interina de Bolivia Jeanine Áñez durante la crisis política de 2019 fue este martes el centro de la discusión en el juicio por el caso llamado «golpe de Estado II», que entró en un nuevo receso.
El acto jurídico prosiguió en un tribunal de La Paz de forma semipresencial, con Áñez y otros acusados conectados virtualmente desde distintos centros penitenciarios, mientras que el Ministerio de Gobierno (Interior) expuso sus argumentos en la etapa de presentación de alegatos previa a la lectura de una sentencia.
«Ella (Áñez) jamás, por Constitución y reglamento (de las Cámaras del Parlamento) podía ser presidenta, interpretando a su manera la Constitución», aseguró una de las representantes jurídicas del Ministerio de Gobierno (Interior).
Según esa postura, Áñez incurrió en una «autoproclamación» para acceder a la Presidencia tras la renuncia del entonces presidente Evo Morales, además, de su vicepresidente y los líderes del Senado y la Cámara de diputados.
El Ministerio de Gobierno identificó al menos tres momentos en los que Áñez supuestamente «vulneró» la Constitución, los reglamentos y las leyes de la Policía y las Fuerzas Armadas dando órdenes al Ejército e instalando dos sesiones en el Senado y la Cámara de Diputados sin la mayoría oficialista del Movimiento al Socialismo (MAS).
Argumentan que todavía quedaba una legisladora en la cadena de sucesión presidencial, de quien se dio a conocer su renuncia en las redes sociales información que luego fue borrada el mismo día de la dimisión de Morales, y finalmente fue formalizada unos días después.
La audiencia de hoy prosiguió a pesar de los gritos y protestas en exteriores de una multitud, entre ellos varios funcionarios públicos que se identificaron con los civiles fallecidos en las masacres de Sacaba y Senkata durante la Administración de Áñez, hasta que finalmente se determinó que se prosiga con la vista este miércoles.
En declaraciones a los medios, Carolina Ribera, hija de la expresidenta interina, aseveró que se presentaron «pruebas falsas» y que no corresponde que se acuse a su madre de haberse autoproclamado.
«Mi madre nunca se autoproclamó (presidenta)», «no dicen que Evo Morales huyó» y «que hubo vacío de poder». «La justicia está totalmente parcializada», dijo y añadió que en las dos horas de exposición del Ministerio de Gobierno se «tergiversó la verdad» y se mintió de «manera deliberada».
Este martes la defensa de Áñez presentó una acción de libertad que fue rechazada y en esta audiencia la exmandataria solicitó al tribunal que se considere su estado de salud por las dificultades que le provoca la medicación que recibe, ya que las sesiones del juicio duran hasta cinco horas.
Áñez cumple prisión preventiva desde marzo de 2021 acusada de sedición, terrorismo y conspiración por la crisis postelectoral de 2019 que derivó en la renuncia del entonces presidente Evo Morales, que para el oficialismo fue un «golpe de Estado».
Actualmente afronta el juicio «golpe de Estado II» bajo acusaciones de incumplimiento de deberes y resoluciones contra la Constitución por asumir la Presidencia supuestamente de manera irregular, según señala el Gobierno y el oficialista Movimiento al Socialismo (MAS).
En cambio, los abogados de Áñez sostiene que a finales de 2019 hubo un vacío de poder ante la renuncia de toda la línea de sucesión y que su llegada a la Presidencia se apegó a los procedimientos de la Constitución.
La Fiscalía y el Ministerio de Gobierno han solicitado una pena de 15 años de prisión contra la ex jefa de Estado interina.