Un destino impredecible. La cita perfecta con la naturaleza, la modernidad y la historia. Así es Santander. Dotado de un gran potencial para el desarrollo del ecoturismo y los deportes extremos, un valioso legado cultural de Colombia, y el lugar perfecto para realizar convenciones, actividades grupales o viajes de incentivos corporativos.
Si vas a Santander tienes que incluir un paseo por la ciudad señorial de San Juan Girón, al sur de Bucaramanga.
El municipio pertenece a la Red de Pueblos Patrimonio de Colombia. 46 manzanas que conservan intacta la arquitectura colonial andaluza del siglo XVII. Fachadas blancas de gran similitud, techos de teja de barro, puertas y ventanas de madera y calles empedradas, conjugan la sensación de haber regresado en el tiempo.
Cerro del Santísimo
Una de las puestas de Sol más impresionantes la puedes observar desde el Cerro del Santísimo. Un parque ubicado en Floridablanca, donde se exhibe una majestuosa estatua de Cristo de casi 40 metros de altura, diseñada por Juan José Cobos Roa.
Allí, un teleférico se desliza por encima de las copas de los árboles en un recorrido de 1.4 kilómetros.
Hacienda El Roble, Mesa de los Santos
La agenda de un viaje a Santander debe incluir una degustación con los productos de Café Mesa de los Santos, de las plantaciones de Hacienda El Roble. Un hotel boutique de seis habitaciones en una tradicional casona construida a base de tapia pisada y adornada con espectaculares puertas y ventanas de madera con trabajos tallados a mano.
La locación ofrece lo mejor de la gastronomía santandereana tradicional y un paseo por 290 hectáreas del bosque cafetalero, donde se escucha el amigable saludo de las aves y se aprende sobre las mejores prácticas en el cultivo de café orgánico.
Cañón del Chicamocha
Cerca de la ciudad de Bucaramanga, un espectáculo visual indescriptible es el Cañón del Chicamocha.
Bañado por el río del mismo nombre, despierta una sensación de bienestar y se convierte en el foco protagonista de los encantos naturales de la zona.
QUINDÍO: MORADAS QUE ENAMORAN
El Quindío es parte del territorio colombiano declarado patrimonio por la Unesco, como Paisaje Cultural Cafetero. Entre montañas, fincas cafeteras, parques temáticos, manantiales ríos y quebradas, es un valle de impresionante verdor y el hogar de las Palmas de Cera, árbol nacional de Colombia.
Aquí también hay espacio para el lujo y la exclusividad, y, en definitiva, moradas que enamoran…
Hotel Delirio Campestre
Rodeado de plantaciones de cacao, café y montañas, un alojamiento de lujo ofrece un exquisito diseño en el Quindío, el Hotel Delirio Campestre.
La casa, que data del siglo XIX, pasó de generación en generación hasta el 1991cuando fue adquirida por una familia del Quindío para ser restaurada y convertida en un hotel boutique, pionero en turismo para la región.
Cuenta con ocho habitaciones de tipo colonial y seis cabañas deluxe. Sus áreas reflejan el equilibrio perfecto entre la modernidad y la tradición, con una arquitectura, decoración y mobiliario de época combinado con las comodidades y tecnología de la actualidad.
Rodeada por una exuberante naturaleza, las áreas comunes de la propiedad son una especie de pequeños museos que cuentan una historia logrando que la experiencia sea más interesante.
Compromiso con el medio ambiente
A través de diversas políticas internas se enfocan en generar la menor cantidad posible de residuos y sus proveedores deben trabajar con productos que protejan el planeta.
Casa Rivera del Cacao
En el corazón del Quindío, en Colombia, existe un colorido paraíso perfecto para desconectarse de la rutina y disfrutar de una propuesta gastronómica de autor. Se trata de Casa Rivera del Cacao, más de 12 hectáreas donde se cultivan varios de los mejores cacaos del mundo.
Un paseo por sus senderos naturales entre cacao y cafetales, las aguas de Río Verde, un Spa y una taza de auténtico chocolate en horno de leña o café 100% de la casa, son parte de la experiencia.
Las habitaciones ofrecen todas las facilidades necesarias para una estadía confortable en pareja o en familia, y están diseñadas con detalles que crean un espacio que conecta con la hermosa arquitectura clásica de la hacienda.