Me informan que la Dirección General de Desarrollo Fronterizo ha encontrado inconvenientes, para una reforestación programada para el próximo lunes en la cuenca alta del río Masacre, porque alegados propietarios de terrenos se niegan a ceder predios para la misma.
Pienso que es tiempo de que el Estado (para no decir el gobierno), declare toda esa zona como “área protegida”.
La foto que acompaña esta publicación, que es muy real, no de ciencia ficción, es una clara muestra del crimen ecológico y medioambiental en sentido general, que se ha cometido, y sigue cometiéndose contra el río Dajabón (Masacre), lo que es absolutamente inaceptable e imperdonable.
Es una situación que amenaza con desaparecer este río, sus afluentes y otras fuentes de agua ubicadas en esos predios.
La desaparición del río Masacre afectaría sus cuencas en dos provincias ( Dajabón y Montecristi), e igual pasaría en Haití (Ouanaminthe y Ford Liberte), lo que sería una catástrofe inimaginable.
La vida humana y productiva de la agropecuaria está por encima de cualquier interés en particular.
Estoy convencido que sacar la gente que incide en las cuencas y las fuentes de agua, no es la solución.
Sin embargo, también estoy convencido que si su accionar y comportamiento no es en armonía con estas y el medio ambiente en sentido general, entonces, esa sería la solución.
En definitiva, planteo, sugiero, aconsejo y recomiendo al gobierno del presidente Luis Abinader, que declare toda la extensión de la cuenca alta del río Masacre y sus afluentes, “área protegida” y que se haga cumplir esa condición.
Por Gonell Franco