A lo largo de mi vida laboral, he sido testigo de muchos reclamos basados en el título de estas Expresiones. He tenido compañeros que se quejan cuando se produce un aumento de salario o una promoción de una posición sin tomarlo en cuenta. Siempre nos creemos merecedores de lo que le llega a otro.
He luchado por mis derechos sin mirar los de otros. Cuando he tenido que reclamar un aumento de salario, no lo hago comparándome con alguien más arriba o más abajo que yo. En mi lucha por lograr alguna obra para mi pueblo y región, nunca he alegado que a otro pueblo le han hecho algo similar. Sin embargo, todo tiene un límite. Hoy, sí voy a elevar mi voz de reclamo, tomando como referencia lo que se hace a otras comunidades. No porque los favorecidos con obras del gobierno no sean merecedores, sino porque creo que a los pobladores de la región Enriquillo se nos ha ignorado. Tenemos un proyecto de presa, con un embalse que tiene 20 meses recibiendo agua sin drenarla adecuadamente. Faltan canales para llevar agua a las tierras ociosas, sistema para llevar agua al acueducto regional y aditamentos para generar energía. Seguir echando agua al embalse, sin concluir la obra, puede convertirse en un GRAVE PELIGRO. Hace un año y ocho meses el presidente Abinader anunció que llamaría a licitar las obras complementarias de la presa. Eso ha quedado en el vacío. Mientras en el suroeste esperamos que concluya nuestro METRO, que es Monte Grande, las autoridades anuncian extensión del metro hacia Villa Mella y Los Alcarrizos, inversiones millonarias en teleféricos para Puerto Plata, Herrera y Santiago, nuevas obras para Higuey, un edificio para una universidad en Santo Domingo Este.