La Navidad, o conmemoración del Nacimiento de Jesús, ha sido un tema de interés para infinidad de artistas de todos los tiempos y espacios. Lo tierno y lo sublime, lo grandioso y lo sencillo, lo luminoso y lo enigmático de aquella escena del Niño Dios en un pesebre ha inspirado bellísimas obras de arte. Y no ha importado la postura religiosa o ideológica de sus creadores, pues las piezas proceden tanto del mundo cristiano como pagano.
La mayor parte de las creaciones sobre la Navidad se basan en el Evangelio de San Lucas, pues es el escritor sagrado que ofrece más detalles del tema, y además, contagia con el aire de alegre celebración que predomina en su historia.
Hoy, más de dos mil años después, pintores y escultores siguen cautivados por la celebración del Nacimiento de Jesús y participan del general regocijo. Los sentimientos festivos son suaves añoranzas, dulces evocaciones del extraordinario momento en que Dios se hizo hombre, vivió y murió por ti y por mí en esta tierra.