La Universidad Tecnológica del Sur, de Azua, es una auténtica academia del pueblo.
Cuando Azua era todavía una provincia rezagada, por eso le llamaban “la pobre Azua”, un grupo de ciudadanos tuvo la idea de fundar UTESUR.
La concibieron para que sirviera de semilla en la formación profesional de sus jóvenes, confiados en que esa sería la fuerza impulsora de un desarrollo que hoy, felizmente, ya se visibiliza.
Al cumplir 43 años de fundada, la universidad registra más de 14,000 graduados en educación, contabilidad, informática, mercadeo, enfermería, bioanálisis, agronomía y derecho.
Es decir, la gama de profesiones que requería Azua para su arrancada.
Con tarifas apropiadas para el nivel socioeconómico de sus estudiantes, creó las condiciones para que Azua y provincias cercanas, que en ese entonces no tenían una institución de estudios superiores en la región, plantaran las bases de su futuro.
Hoy cuenta con 3,807 estudiantes activos en sus aulas, de los cuales 550 se preparan para ser agrónomos.
En su sexagésima novena graduación, que se realizará hoy, la UTESUR mantiene en alto su esperanza de que el gobierno le ayude a edificar un nuevo y más moderno campus a la entrada de la ciudad.
Ojalá que no le regateen este justo reclamo cuando ya el actual gobierno ha demostrado interés en construir extensiones universitarias en varias provincias y Azua no puede quedar al margen de este decisivo apoy