La tragedia ocurrida en la discoteca Jet Set movilizó a cientos de rescatistas de diferentes partes del país quienes demostraron su vocación por salvar vidas.
Ambulancias, camiones de bomberos, equipos de rescate… y entre ellos, una unidad que recorrió un largo camino desde Santiago.
Uno de esos rescatistas es Miguel Moronta, miembro de la Defensa Civil de Santiago, quien desde hace 25 años dedica su vida a asistir en emergencias.
“Mi primera y única motivación fue no saber qué hacer si en mi casa alguien tenía una emergencia”, recuerda Moronta con voz serena por el cansancio y el polvo, pero firme.
Su vocación nació en las aulas, mientras cursaba el tercer año de bachillerato.
“En el colegio nunca nos enseñaban nada sobre primeros auxilios, gestión de riesgos o manejo de emergencias. Identifiqué esa brecha y decidí dar el paso”, relató.
Desde entonces, ha enfrentado todo tipo de situaciones, incluyendo tragedias internacionales como el terremoto de Haití en 2010 y nuevamente en 2021.
También ha prestado servicios en Guatemala, San Martín y Antigua y Barbuda.
“Ya uno está acostumbrado, es como un hábito. Pero cada situación toca”, confiesa cuando se le pregunta cómo maneja emocionalmente este tipo de eventos.
“Uno ve muchas cosas, pero siempre tiene en mente que está ahí para ayudar”.
Al momento de la tragedia en Jet Set, Miguel y su equipo fueron activados desde temprano en la mañana.
Viajaron desde Santiago con su misión clara: brindar apoyo, rescatar vidas y seguir haciendo lo que hace más de dos décadas decidió hacer por una razón sencilla pero poderosa: estar preparado para ayudar a los suyos y a quien lo necesite.
Para Miguel, ser rescatista va mucho más allá de portar un uniforme. Es una forma de vida.
“Yo no soy rescatista solo cuando estoy en servicio. Siempre estoy atento, siempre tengo ese chip de ayudar, de actuar, de no quedarme cruzado de brazos cuando algo pasa”, dijo.
Y aunque reconoce que el trabajo es duro, a menudo invisible y pocas veces reconocido, asegura que lo haría una y otra vez. “Si volviera a tener 16 años, tomaría exactamente la misma decisión”, concluyó.