La tercera guerra mundial y terrorista continúa. Ya no es solo asunto de celebrar el genocidio contra Gaza anunciando que sobre su suelo adoquinado con 65 mil cadáveres de niñas se construirá un resort a lo dominicano, pero sin el azul de nuestros mares ni la fragancia de nuestras mulatas en flor, sino con el asqueroso hedor de la maldita muerte.
La tercera guerra mundial y terrorista continúa. No cesan los ataques del ejército estadounidense contra supuestas narco lanchas provenientes de América Latina. “Han hundido ocho barcos en el Caribe, procedentes de Venezuela; y otros dos en el Océano Pacífico, de origen colombiano. Los tripulantes asesinados ascienden a 38 en menos de dos meses”, cuentan las agencias.
Un presidente ensoberbecido ha ordenado -públicamente- a la CIA realizar acciones letales contra el pueblo de Venezuela, o sea, planificar atentados terroristas, entrenar bandas, financiar marchas, ejecutar extrajudicialmente a seres humanos de un país soberano que, ni con un verso de Whitman han tocado el brazo de un raso del Army, un solo metro de la gran patria de Lincoln.
Son terribles. Ellos decretan quién es o no es cualquier cosa, y sin fiscales ni jueces, salen a cazar almas y a humillar pueblos…. Así, acosada, Venezuela, (gobernada por un régimen plebe no más iliberal que Rusia, mucho más abierto que el comunismo chino o norcoreano, y menos teocrático que Arabia Saudita), la pregunta es inevitable: ¿Hacia dónde conduce esta guerra mundial tercera y terrorista, cuyos días son lo más parecido a aquellos germanos años que permitieron que un charlatán de feria, con medio bigote, pintor mediocre, actor de segunda sin tercera, asumiera el gobierno alemán en 1933, y en 1945, a 30 KM de Moscú, estuviera a un invierno ruso de conquistar el mundo para destruirlo.
Sin disimulos diplomáticos, el “áspero norte” amenaza y ataca a quienes se niegan a obedecerles, sean buenos, malos, malísimos o peores gobiernos o presidentes, llámense Bosch, o Maduro, Árbenz, Ho chi Min, o Allende, como en tantas capitales de la América morena y mestiza, Santo Domingo, por supuesto, el innombrable ha ordenada a la CIA asesinar en Caracas.
Nuestra situación, de tan triste la omito. El imperio orina sobre el altar de la patria y nosotros, en nuestro inglés de muelle, -impotentes como los amantes vencidos-, juramos que “it’s just raining”, llueve, tan solo llueve… “detrás de los cristales, llueve”, Joan Manuel.