El exprocurador general de la República, Jean Alain Rodríguez cuestionó que en dos años de la lucha contra la corrupción, el ministerio público solo ha mostrado tres casos de supuesta corrupción, dirigidos, contra dos hermanos del expresidente Danilo Medina, su exjefe de seguridad y él.
Jean Alain resaltó que pese a tantos escándalos públicos de corrupción que han llevado al presidente Luis Abinader a destituir a varios funcionarios, el ministerio público no ha hecho nada y que solo busca contrarrestar las actividades proselitistas de Danilo Medina al informar que lo está investigando.
El exprocurador, recluido en la cárcel de Najayo, por el caso Medusa, dijo que todo se trata de juicios mediáticos contra funcionarios del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) para ganar popularidad, presentarse como héroes indispensables y garantizar la impunidad que necesitan “ante tantos actos ilegales y arbitrarios que están realizando”.
Puso como ejemplo que Plutarco Aria, exministro de Salud Pública, denunció y renunció por escándalos e irregularidades administrativas, dos ministras de la Juventud fueron destituidas, además, los fraudes de INABIE y el de la tarjeta Supérate, entre otras, sin que la Procuraduría Especializada de Persecución de la Corrupción Administrativa (PEPCA) actué al respeto.
Citó además escándalos como el del Gabinete de Política Social, contrato millonario para la recogida de basura en Santo Domingo Este, y los niños intoxicados con el desayuno escolar y las compras de pintura presuntamente malversadas.
“Según la propia Procuraduría, al llegar a la gestión encontraron 403 casos de corrupción acumulados por décadas y hace apenas unos días confirman que ya suman más de 700, es decir, en solo dos años se han casi duplicado las denuncias de corrupción en la historia de nuestro país y de nuevo, el Ministerio Público no hace nada”, criticó el ex procurador en un documento enviado a esta redacción desde la cárcel donde guarda prisión.
Calificó al Ministerio Público como un instrumento de retaliación política y de distracción, tildándolo de manipulador de la percepción contra la corrupción, tal y como lo hacía el Imperio Romano, “dando pan y circo a sus ciudadanos”.
Arremetió contra el ministerio público a quien acusa de de tratar de manipular la opinión pública a través de una estrategia mediática y publicitaria que, a su juicio, procura ocultar y distraer a la población de los crímenes y delincuencia que afectan a la República Dominicana, utilizando como entretenimiento lo que llamó “juicios mediáticos”.
“El ministerio público filtra a la prensa y la opinión pública solo las informaciones que le conviene que se sepa, así como las acusaciones que contienen sus fantasiosas y dramáticas historias sin pruebas”, circulándolas antes de que los investigados y sus abogados tengan acceso a los documentos”, enfatizó.
Asimismo, el ex procurador manifestó que el nuevo ministerio público desbarató y desintegró la mayoría de las fiscalías del país trasladando cientos de fiscales desde todas las provincias hacia la PEPCA y la Dirección de Persecución, “debilitando así las estructuras institucionales encargadas de perseguir e investigar los crímenes”.
Manifestó que despidieron más de 2,000 técnicos especializados y contrató otros 2,000 para dedicarlos al espectáculo mediático, información que a su juicio se puede comprobar en la nómina pública de empleados “¿Sin fiscales, sin personal que se dedique a perseguir el crimen, como pueden pensar que no va a aumentar la criminalidad”.
Expresó que ese abandono de la persecución de los delitos y crímenes y la reducción y falta de supervisión de los fiscales han traído en gran parte la ola de violencia y muertes que vive el país, con el mayor repunte del índice de criminalidad y feminicidios de las últimas décadas.
DATO
Encara serios cargos penales
Su carrera.
Jean Alain Rodríguez, exprocurador general de la República, es licenciado en Derecho por la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra.
Rodríguez cuenta también con tres títulos de maestría en derecho, uno de ellos por derecho penal de la administración máxima y máximos honores, por La Sorbona de París, La Sapienza de Roma y la Escuela Superior de Administración Pública.