La secretaria general adjunta de la Organización de Estados Americanos (OEA), Laura Gil, afirmó que el multilateralismo y los medios están inmersos en una guerra en la que ambos luchan por una realidad compartida, y que sin ella, no hay periodismo, ni diplomacia al resaltar que «sin periodismo libre, no hay democracia posible».
Indicó que tanto las organizaciones internacionales como el periodismo “estamos en crisis, señoras y señores, ustedes, los medios y nosotros, las organizaciones internacionales. A ambos, se les acusa de haber perdido el rumbo. A ambos se les dice que no representan a nadie, a ambos se les pregunta ¿para qué sirven? Ni el multilateralismo ni el periodismo se construyeron sobre el ejercicio del poder duro”, expresó.
La ejecutiva de la OEA, quien intervino en la inauguración de la 81ª Asamblea General de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), que se celebra en el hotel Westin de Punta Cana, del 16 al 18 de octubre, resaltó que sin periodismo libre no hay democracia posible.
En ese sentido, recordó que, como primera mujer en el cargo de secretaria general adjunta de la OEA, hace poco meses, en Washington recibió a los directivos de la SIP para un acuerdo con la Comisión Interamericana de Mujeres de la OEA, el primer órgano intergubernamental en el mundo para la defensa de los derechos de la mujer con el objetivo de promover la igualdad de género, fortalecer la libertad de expresión y combatir la desinformación de género en las Américas.
Indicó que sus tres identidades, como diplomática, periodista y mujer, pueden calificarse y considerarse de alto riesgo. “Les habla una profesional de riesgo múltiple, una mujer que ha hecho del micrófono, de la palabra y del diálogo, sus herramientas de trabajo y, a veces, hasta sus campos de batalla. Durante décadas ejercí el periodismo de opinión y fui crítica de medios, diplomacia y multilateralismo. Y hoy, en la cúpula de la OEA, sigo siendo la misma. Lo que antes predicaba, no solo lo digo, sino también hago el esfuerzo de practicarlo desde dentro”.
Al plantear el paralelismo entre multilateralismo y el periodismo, y citar la crisis en la que ambos están inmersos, refirió que se les acusa de haber perdido el rumbo y de no representar a nadie, y a ambos se les pregunta ¿para qué sirven?, sin embargo consideró que ni uno ni otro “se construyeron sobre el ejercicio del poder duro”.
Al respecto, Gil agregó: “ninguno de los dos cuentan con ejércitos, ni fuerzas coercitivas. Se cimentaron sobre la confianza. Los medios dependen de su credibilidad ante las sociedades, la Organización de Estados Americanos, las Naciones Unidas, el sistema multilateral entero, de la autoridad que da la implementación estatal, algo que solo se consigue cuando hay legitimidad. Si los medios son el espacio donde las sociedades se miran a sí mismas, el multilateralismo es el lugar donde las naciones intentan comprenderse entre sí”, refirió.
Gil consideró que la verdad y la cooperación no son aspiraciones ingenuas, sino necesidades prácticas, en las que se basan ambos.
Estimó que, en la época de desconfianza actual, los intermediarios, que se interponen entre los ciudadanos y el poder, o entre una nación y otra, la gente dice, no necesito a los medios, tengo las redes sociales y ahora la inteligencia artificial.
La secretaria general adjunta de la OEA expuso que algunos gobiernos afirman que no necesitan a las organizaciones multilaterales, entendiendo que pueden por la vía bilateral, lo que provoca una fragmentación, que los hace terminar ahogados en el ruido y la total soledad.
Se mostró de acuerdo en que tanto la prensa como el multilateralismo se basen en el principio de que los hechos deben verificarse, que las palabras deben tener consecuencias y que las decisiones deben discutirse y defender la lentitud en medio de la aceleración.
Con una visión bien definida del tema, la funcionaria dijo que abogar por el procedimiento cuando se impone la improvisación, debe promover el diálogo en una era en que el grito se asume como claridad, por lo que el reto es reimaginarlas, reconocer los errores, valorando anterior y acercarse a las personas para ganar su confianza.
Detalló que para los periodistas, el meollo está en “escuchar con más atención, con más empatía, con más respeto, mientras los multilateralistas, deben demostrar que la cooperación da resultados concretos y va más allá de las palabras, aún en medio de las más profundas diferencias, se debe imponer hablar con humildad y no con autoridad”.
Gil insistió en que promover la igualdad de género, fortalecer la libertad de expresión y compartir la igualdad de género en Las Américas es parte prioritaria en la que se debe insistir en los actuales momentos.
Durante su participación, saludó al gobierno dominicano, por ser reconocido en 2025 por Reporteros sin Fronteras como el país con mayor índice de libertad de prensa en América Latina. “Señor Presidente (Luis Abinader), esto es un logro que honra su compromiso con el trabajo periodístico”, subrayó.