“Buscad a Jehová y su poder; buscad siempre su rostro”, Salmo 105:4.
En el versículo anterior, el salmista invita a alegrar el corazón buscando a Dios. Bueno que sea así. En estos días finales se acrecienta perseguir los goces mundanales.
Jesucristo exhorta a priorizar el reino de Dios y su justicia. Lo demás se añadirá. Preguntemos: ¿Qué busca la gente hoy? Muchos van tras la fama, riqueza material, grandeza, éxitos, placeres y otras cosas pasajeras. El salmista recomienda buscar al único Dios, –el Verdadero–. Inquirir su poder y escudriñar su rostro. Obviamente, esta es la búsqueda más valiosa.