El Hogar de Ancianos América Esperanza es un baluarte de solidaridad y cuidado en San Francisco de Macorís.
Desde hace algunos meses, sin embargo , se enfrenta a una crisis que amenaza su capacidad de atender adecuadamente a los adultos mayores más vulnerables de la comunidad.
A pesar de los esfuerzos inquebrantables de Sor Violeta y su equipo, la escasez de personal especializado está comprometiendo la noble labor de esta institución.
Actualmente, el hogar cuenta con solo cinco enfermeras para atender a los 27 residentes, muchos de los cuales necesitan cuidados permanentes.
Es necesario que se contraten al menos cuatro enfermeras adicionales, junto con la asignación de un médico residente, para asegurar que los ancianos reciban la atención que merecen.
Desde la cancelación de dos enfermeras tras el cambio de gobierno y el traslado de otras dos al hospital local, el asilo depende en gran medida de pasantes de medicina, cuya rotación anual impide la continuidad en el cuidado médico.
A pesar de estas dificultades, el Hogar América Esperanza sigue cumpliendo con su misión de brindar refugio, atención médica, alimentación y apoyo espiritual a los ancianos en situación de abandono.
No obstante, su capacidad para continuar con esta labor depende del respaldo de las autoridades y de la solidaridad de la sociedad.
Es fundamental que las autoridades locales y nacionales reconozcan la importancia de este hogar y respondan con la asignación de personal médico y de enfermería.
No podemos permitir que una institución que ha sido un refugio de amor y cuidado por décadas se vea forzada a disminuir la calidad de sus servicios.
Llamamos a toda la sociedad y a las instituciones para que extiendan su mano y contribuyan con donaciones, voluntariado y apoyo económico.
Los ancianos de San Francisco de Macorís merecen más que una vida digna; merecen un trato con cariño y respeto.