Pedernales está viviendo una transformación sin precedentes. Lo que por décadas fue una promesa, hoy es una realidad en construcción. Con una inversión histórica y un enfoque estratégico, el Proyecto de Desarrollo Turístico de Cabo Rojo está marcando el inicio de una nueva era para el sur de la República Dominicana.
El dinamismo ya se siente. Las primeras infraestructuras avanzan con paso firme, con un plan que contempla 4,700 habitaciones hoteleras frente al mar, respaldadas por reconocidas cadenas internacionales como Iberostar, Hilton, Marriott y Hyatt. Pero este no es un desarrollo convencional; es una apuesta por un modelo turístico sostenible, donde el crecimiento económico y la conservación ambiental van de la mano. El sur se está preparando para recibir un turismo de alta calidad, capaz de generar empleos y oportunidades sin comprometer la riqueza natural que lo hace único.
Las bases de esta transformación están bien cimentadas. Se han iniciado obras clave como acueductos, carreteras y plantas de tratamiento de aguas, asegurando que el desarrollo ocurra con planificación y eficiencia. Además, la construcción de un aeropuerto internacional en Oviedo, a solo 22 minutos de Cabo Rojo, reforzará la conectividad del sur con los mercados internacionales, consolidando su posición como un destino competitivo a nivel global.
Pero la visión para Pedernales no se limita al turismo. La provincia está en el centro de un movimiento estratégico que también abarca el aprovechamiento responsable de sus recursos naturales. Los yacimientos de tierras raras, elementos esenciales para la tecnología del futuro, colocan a la República Dominicana en el radar de la economía global. Conscientes de este potencial, ya se han dado pasos concretos para gestionar su exploración con transparencia y eficiencia.
Desde 2018, la Reserva Fiscal Minera Ávila, con 14,876 hectáreas, ha sido destinada a la exploración de estos minerales estratégicos. En 2024, se creó la Empresa Minera Dominicana S.A. (Emidom), una entidad estatal encargada de garantizar que el país obtenga el máximo beneficio de estos recursos. Con reglas claras y un enfoque moderno, la minería puede convertirse en un pilar de desarrollo que complemente el auge turístico, generando empleos y nuevas oportunidades para la región.
El reto de Pedernales ya no es esperar a que el progreso llegue, sino asegurar que este avance con equilibrio y visión de futuro. La provincia alberga ecosistemas valiosos que merecen ser protegidos, y el modelo que se está implementando pone la sostenibilidad en el centro de cada decisión. La sinergia entre el sector público y privado, sumada al interés de aliados internacionales, está sentando las bases para que Pedernales se convierta en el modelo de desarrollo integral que el país necesita. Ya no es un proyecto a futuro, es un presente en marcha.
El sur de la República Dominicana avanza con paso firme hacia su máximo potencial. Lo que hace unos años parecía un sueño, hoy es un proceso imparable de crecimiento y transformación. Pedernales no solo está cambiando su destino, sino el de toda la nación.