Vinicio A. Castillo Semán@VinicioSenador
La madrugada del martes 8 abril ya está registrada en la historia, como el día en que ocurrió la tragedia más grande registrada en RD cuando 221 dominicanos perdieron la vida y cientos quedaron heridos al desplomarse el techo de la discoteca Jet Set en un concierto a casa llena de Rubby Pérez.
El luto nacional ha sido total, en todos los estratos sociales. Muchos amigos perdieron la vida. A una semana de la tragedia el país no sale aún del asombro y la conmoción.
Creo se hace necesario que la Procuradora General de la República dirija y encabece una minuciosa investigación, independientemente de que el gobierno de manera correcta y atinada haya ordenado un experticio técnico en que participen expertos nacionales e internacionales.
El testimonio de la hija de Rubby Pérez y de otros sobrevivientes de que hubo una explosión previa no puede pasar inadvertido. Todas las hipótesis deben ser analizadas con objetividad y frialdad. Aún si se concluyera que el techo estaba debilitado por diferentes causas por años, lo cierto que se desplomó en medio de un concierto a casa llena . Ni unas horas antes, ni después. Por eso es importante escuchar de los técnicos más acreditados si el sonido puede jugar un papel crucial de detonador.
Es propicio también reconocer a nuestros rescatistas, héroes anónimos, al general Méndez y el COE. La solidaridad y ayuda inmediata del gobierno y del Pte Abinader. Se ha producido una gran unidad nacional en la tristeza. El mundo también ha sido conmovido.
Sólo nos queda orar por los fallecidos y los heridos. Por sus familias. Que Dios les dé consuelo y fortaleza. A las autoridades, que este trágico hecho los lleve a realizar inspección periódica de sala de eventos y discotecas. Fortalecer los olvidados mecanismos de control para que hechos como el ocurrido no puedan volver a suceder.