Hoy inicia una de las medidas más importantes tomadas por el presidente Luis Abinader a implementarse en hospitales y maternidades frente a extranjeros ilegales, de los cuales el 98 % son haitianos.
Para las autoridades de Salud y Migración es un gran reto su aplicación efectiva. En gran modo, la credibilidad de la población en las medidas anunciadas descansará en que el pueblo vea una baja sustancial de afluencia de haitianas embarazadas en maternidades y haitianos en general a los hospitales dominicanos.
La realidad objetiva es que la carga en salud que representan los haitianos ilegales se ha convertido en un peso insoportable para el país, representando un imán para el éxodo masivo hacia RD y un costo de decenas de miles de millones y deterioro de la calidad de salud para el dominicano pobre.
A Haití no le interesa tener hospitales y maternidades allá. Por eso le han negado a Francia ofrecimiento de donaciones de grandes instalaciones hospitalarias. Creen, no sin razón, tienen disponible las nuestras, totalmente gratis.
Las medidas de Abinader que inician hoy, si se aplican marcarán un antes y un después frente a este problema. Ningún gobierno había tomado medidas como las anunciadas por el presidente Abinader frente a los extranjeros ilegales: exigir documentación, cobrar consultas, repatriar al que no tenga estatus legal en el país, seguir atendiendo sólo emergencias, con deportación una vez se recuperen.
Hay muchos amigos que dudan sobre las medidas. Yo he dicho que creo en el interés genuino de Abinader de enfrentar el problema. Llegó la hora cero de ejecución de medidas y evaluar resultados concretos. Llegó la hora cero frente a la invasión de vientres en nuestros hospitales. Pronto se verán resultados específicos y reales. Apuesto a eso. Si no ocurre así, seré el primero en alzar mi voz crítica fuerte y clara. Pero debemos esperar los resultados.