SANTO DOMINGO.- La decisión del ministro de la Presidencia Lisandro Macarrulla de tomar licencia de ese cargo, ante la acusación del Ministerio Público que involucra un hijo suyo en el caso de corrupción “Medusa”, es «precipitada, exagerada y desproporcionada«, a juicio de la Fundación Institucionalidad y Justicia (FJT).
El presidente de la entidad, Trajano Potentini, indicó que nadie es responsable por el hecho de otro.
Además, agregó, por el principio de la presunción de inocencia, ningún acusado es culpable hasta que, mediante sentencia firme con carácter definitivo y autoridad de cosa juzgada, se le demuestre lo contrario
Señaló que el proceso de presunta sobrevaluación y pago de sobornos en la construcción de la nueva cárcel de La Victoria en que ha sido involucrada una empresa propiedad del pariente del ministro de la Presidencia, podría prolongarse por más de 3 años.
“De ahí que estimamos que el ministro de la Presidencia se precipitó, en un caso que solamente en la fase inicial podría llevarse más de 3 años, dada la complejidad y multiplicidad de actores envueltos en el mismo”, señaló el jurista.
“En suma y en términos prácticos la acción del funcionario operaría como una especie de renuncia, un tremendismo al apartarse de una gestión constitucional a la que restan dos años para concluir, frente a un caso que duraría años antes de finalizar”, agregó.
Ve expediente Medusa certifica independencia del Ministerio Público.
Potentini opinó que el caso Medusa “constituye una prueba fehaciente, de que tenemos un Ministerio Público que está actuando con plena independencia, sin interferencia, ni presiones políticas”.
“Lo que sin dudas se traduce en un avance positivo para la lucha contra el crimen organizado”, destacó.