El tema actual es el resultado de las recién celebradas elecciones municipales. Y, respecto a este, la alta abstención registrada. Un sector mediático y político rasga sus vestiduras ante tal crecimiento del desinterés cívico. Procede, sin embargo, felicitar al Partido Revolucionario Moderno (PRM) y aliados por tan contundente victoria.
Es natural que desde la transmisión de los datos por la Junta Central Electoral algunos analistas expresaran la necesidad de establecer la causa de tal alejamiento ciudadano de los recintos electorales y del certamen del pasado 18 de febrero.
Se teme que tal conducta prospere y continúe.
Quienes dan seguimiento a actos y discursos del liderazgo político y calibran la actitud ciudadana mediante las mediciones y contactos directos, tal resultado era de esperar. Por ello, en nuestra pasada entrega llamamos a votar sin odios, rencores ni venganzas, por la grande dominicanidad. Un intento de motivar a vencer el desinterés en la política nacional observado, al que nos referimos como actitud dominante en otro reciente abordaje.
Muchos esgrimen muchos argumentos, algo bueno pues demuestra interés por entender lo ocurrido. Unos culpan a los líderes opositores por no enviar un mensaje inequívoco de alianza. Otros, fanatizados, al gobierno por hacer lo que en nuestra historia se ha hecho en las elecciones: imponer el dominio oficial en toda forma de competencia política. Esperando que eso algún día cambie, recordamos: “Desde el gobierno no se pierde”, se decía.
Perogrullad es afirmar La abstención evidencia la desvinculación entre la clase política y la población. Tal frasecita parafrasea y licúa lo realmente dramático para la democracia: una vez el voto los empodera, la gente importa poco para los votados. Eso tiene que cambiar.
Como efecto se llega a esta abstención que, en las trece provincias más pobladas del país —Distrito Nacional, Santo Domingo Este, Santo Domingo Norte, Santo Domingo Oeste, Santiago, La Vega, San Cristóbal, La Altagracia, Puerto Plata, San Pedro de Macorís, Duarte, La Romana y Moca— en el nivel de alcaldes promedió 63.73%; en las cuatro provincias de Santo Domingo 65% y para La Vega, San Cristóbal, La Altagracia, Puerto Plata, Duarte, La Romana y Moca 57.97%. Entre todas, emitieron 1,442,480 votos válidos en un padrón de 3,977,203 inscritos registrados.
Una de las causas de este resultado —postulamos— está en la virtualización de la política. Proponemos, en consecuencia, retornar a una política análoga tecnológicamente fortalecida. Desde el 2010 y 2012, cuando las Redes Sociales emergieron como medio de propaganda política, advertimos a nuestros jefes políticos de entonces que, aún usándolas, el reto era enfocar y lograr que los “likes” y visualizaciones de post (contenidos) trocaran en votos.
Es lo que no ocurrió.
Atestiguamos, entonces, que la apariencia suplanta la presencia. Y el medio, la realidad. Como el “medio es el mensaje”, pretende sustituir lo factual por una percepción donde la participación política no requiere de presencias ni filas, menos vincular gente concreta en la acción democrática.
Craso error.
Tal praxis la hiperbolizó el señor Marchena en el gobierno del Señor Danilo Medina. Y todos corrieron a emularla.
He aquí una de sus desestructuradas consecuencias. Continuad Con RrSS y preparaos: será peor.